home... sweet home [CERRADO]

Para Asmodeo ya se había vuelto un hobbie buscar y encontrar portales, pero desde hace ya un tiempo que se le había venido a la mente el visitar su lugar de origen ¿Para qué? Simple, para ver como andaban las cosas por allá y para aprender nuevas habilidades. Para el demonio el aprender habilidades o simplemente crearlas era mejor ir al infierno, ya que ahí podría no solo imitar habilidades interesantes de otros demonios si no que en ese lugar se le venían mejores habilidades a la mente.

Luego de pensar muy bien si ir al infierno o no opto por lo primero, así que pronto recordó su antiguo “hogar” antes de teletransportarse hasta ahí, al ser un lugar ya conocido para el infernal podía ir y venir a su antojo sin la necesidad de un portal. Al llegar dio un largo suspiro, llenando su ser de toda aquella energía negativa que tanto recordaba. Paseo por los lugares a los que recurría cuando habitaba en ese lugar, recordando todo lo que había hecho ahí y recordando también lo aburrido que solía ser permanecer en esa dimensión.

En su paseo podía ver como algunos demonios entrenaban entre ellos mismos, lucia tan interesante las batallas en ese lugar, en especial porque era como un buffet para el infernal, donde podía ver algunas habilidades que le interesaran o que le fueran útiles en el mundo humano. Pronto encontró un par de su interés las cuales con solo verlas con detenimiento le eran suficientes para aprenderlas al ser estas de uso sencillo. Al terminar de ver unas cuantas decidió que era suficiente, ahora buscaría un lugar no tan concurrido en el infierno para poder practicarlas o desarrollar algunas nuevas. Tan pronto encontró el lugar comenzó su “entrenamiento” agradecía estar en ese lugar ya que al ser tanta la energía negativa que fluía por en el ambiente podía recuperarse con mayor rapidez mientras entrenaba.

Asmodeo perdió la noción del tiempo al estar ahí, no supo cuantos días habían pasado, lo único que sabía era que había estado sin descanso practicando y creando habilidades hasta que dominara estas a la perfección, incluso peleo contra algunos demonios curiosos que lo interrumpían y algunos otros que al verlo decían que como el demonio de la lujuria estuviera haciendo esos disparates en lugar de corromper a los humanos con aquello que tan bien conocía. No regreso al mundo humano hasta que se sintió listo, podría decir que incluso se sentía más poderoso, pero tampoco quería alardear ya que sabía que aún le faltaba mucho que aprender y habilidades que desarrollar, por ahora las que había obtenido le serían suficientes para volver más caóticas las cosas en el mundo humano.