[Privado Bekpin] You have fairy dust?

El cielo nocturno  de esta noche ofrecía una hermosa visión, lleno de colores brillantes y una gran luna en esta ¿Acaso era la primera vez que él observaba de este cielo tan majestuoso? La verdad era que Klaus no se lo preguntaba, solamente se limitaba a contemplar por un rato de las estrellas del firmamento nocturno mientras descansaba de un rato. Ya con el pasar de varios minutos el joven perdido terminó levantándose del gran tronco en el que estaba sentado, su rostro se mantenía alto observando por un momento más del firmamento nocturno recordando del sueño que tuvo al despertar de cómo caía de este.

Tal vez Klaus no podía recordar nada sobre su identidad o su pasado desde su despertar, pero su sentido común estaba intacto por lo que a él le constaba, por esa razón es que tenía un cierto aprecio hacia la imagen que en su mente se grababa del cielo y sobre la distancia que lo separaba del suelo cuando observaba hacia abajo, el joven perdido más o menos estimaba unos tres metros desde la superficie de gigante tronco hueco (el cual no resultaba llamativo porque le parecía algo normal) hasta el suelo.

Exactamente ¿cómo se las había arreglado para terminar de subir hasta donde se encontraba actualmente? Era la pregunta que en su mente pasaba pero por extraño que parezca no había memorias sobre como había logrado terminar ahí. Una ligera sonrisa que reflejaba su confusión y preocupación se formaba en su rostro, un sentimiento de abatimiento se mantenía en la profundo de su corazón, el pensamiento de que algo no estaba bien con el cada vez se hacía más constante. Al final sin pensarlo mucho solo dio varios pasos al frente y dejó caer su cuerpo desde la altura hasta la oscuridad.

Los rumores de que un joven se encontraba cerca del bosque le tenían en cierta forma curiosa, hasta el momento el hada solo había escuchado hablar acerca de los hombres más nunca había visto uno, no era que le dieran miedo simplemente que no había tenido la oportunidad de ver uno, así que… ¿Por qué no ser la primera vez? No tenía nada de malo con solo observar la fisonomía de aquel, no pensaba siquiera en acercarse lo suficiente como para que la viera…el hada puso sus alas en marcha, recorrió el bosque en el atardecer, notando a los pocos minutos que cielo se volvía oscuro. No era obstáculo para el hada, pues mantuvo sus pupilas dilatadas para poder observar con mayor facilidad. Se encontraba con el aspecto de un hada de primavera, sus alas membranosas brillaban en la oscuridad dándose a notar cuando volaba entre los troncos de los árboles.

Escuchaba las voces de los árboles que dirigían su camino, y no tardó mucho tiempo para encontrar al joven, éste parecía contemplar el cielo estrellado que la noche ofrecía.
Redujo su tamaño y se mantuvo estática sentada sobre una rama al costado del joven, se preguntaba en qué pensaba que se veía demasiado tranquilo. Sus ojos se mantuvieron fijados en aquel humano, cuando de un segundo a otro éste se puso de pie y observó hacia el suelo, ¿Qué estaba pensando hacer? El hada aleteó un poco y al darse cuenta que tenía las intenciones de saltar se alarmó, inmediatamente se dirigió hacia el joven a las pocas fracciones de segundo, aumentó su tamaño para poder agarrar al joven de los brazos y evitar que éste tuviera una caída fatal. –Aah…p-pesas mucho… -habló el hada entre quejidos procurando mantener al chico alejado del suelo, ¿Qué había pasado si lo hubiera dejado caer? No, no quería siquiera imaginárselo.

Sin importar si sus ojos se mantienen cerrados o abiertos Klaus no puede ver, él no puede ver más que oscuridad y tinieblas en su propia mente ¿Acaso eso es algo normal? Puesto algo lo hacía dudar… pareciera como si se mantuvieran ocultando todos sus recuerdos antiguos… y al parecer nuevos posiblemente también. Sus ojos se mantenían cerrados, tanto misterio lo cansaba y sin pensar mucho comenzaba actuar sin pensar hasta el punto de terminar con un pie al vacio y justos cuando el otro está a punto de avanzar también, precisamente hizo presencia un elemento nuevo que tomo de su atención

Una voz se escucho, fue frágil y suave pero se podía claramente percibirse en esta un esfuerzo realizado ¿Qué ocurría ahora? Era lo que pasaba por la mente del joven perdido, sentía un agarre y su cuerpo flotando… sus manos se sujetaron sintiendo la suavidad con en el rose más leve de un par de desconocidos brazos delgados y con un tez de piel claro como brillante. Klaus no podía observar el rostro perteneciente a la persona que lo mantenía en el aire, por lo que su vista por un momento se poso en la oscuridad del vacío que por un momento la luz de la luna iluminaba permitiendo observar unas siluetas en la oscuridad.

Las palabras dichas anteriormente lo hicieron pensar por un momento y luego de eso no se limito – Lo siento. Pero le molesta mi peso… puede soltarme sin problema – Sugerido de manera tranquila, los recuerdos de cómo había llegado hasta la cima de aquel tronco hueco y caído se hacía presente después de ver las siluetas, por lo que sus palabras podían ser dichas con sinceridad y tranquilidad sin preocupación de las consecuencias o acciones que puedan llegar por lo ocurrido al decirlas.

Agradecía en su interior que pudo llegar a tiempo para sostener al chico de cabellos castaños y a prevenir una desgracia, si, pues de otro modo se hubiera dado el golpe de su vida, claro, que aunque se hubiese caído y lastimado, no lo dejaría pasar y lo ayudaría; así era Bekpin, un hada que estaba dispuesta ayudar a todo aquel que le necesitara.
Lentamente fue elevando al joven que mantenía sostenido de sus brazos con la intención de sacarlo de ese lugar y dejarlo en uno que fuera seguro para ambos. Sus alas brillantes se movían rápidamente resaltando en la oscuridad, dando como ayuda a que Klaus pudiera ver aunque fuese un poco de luz. Se mordía su labio inferior al hacer fuerza, inclusive algunos gestos demostraba tal esfuerzo, como el ceño fruncido y su rostro levemente rojo. En cuanto lo escuchó bajó su mirada para poder verlo, pero era imposible. –No digas esas cosas, ni siquiera en broma. –en poco tiempo ya se encontraban cerca del suelo, y con mucha lentitud lo fue bajando para que él tocara la tierra. En seguida se alejó un poco de él para así quedar de pie de igual manera, dejando sus alas semi abiertas, rodeó un poco el cuerpo del joven para así mirarlo directo al rostro. Estaba a escasos centímetros más baja que él, lo que le facilitaba poder verlo con mayor facilidad y cercanía.
¿Era acaso un pirata? Fue lo primero que se le ocurrió al ver que tenía un aspecto muy similar a ellos en cuanto a sus rasgos, pero no parecía como uno, no tenía un aspecto rudo o sucio, ni tampoco había tenido actitudes agresivas o violentas. Observó de pies a cabeza el cuerpo ajeno intentando buscar si tenía alguna herida, dejó que de sus labios saliera un suspiro prolongado al notar que aparentemente se encontraba bien. –¿Estás bien? ¿Te duele algo? –preguntó al tiempo que se acercaba un poco más a él llevando ambas manos a posarlas detrás de ella, esperando pacientemente alguna respuesta.

Una vez el suelo era tocado por ambos aquel silencio presente no era roto por él, era roto por esa joven de piel blanca y brillantes alas en su espalda. Klaus prestaba atención en silencio a sus palabras mientras detalla quien se encontraba con él en ese momento, aunque no existían bases algunas en su mente para considerar algo normal  o   inusual en apariencia, aun así además de los suaves rasgos faciales y la piel blanca que se observaba suave, un par de alas también llamaban su atención haciendo que en su mente se formulan varias preguntas de manera constantes.

Ya había pasado algo de tiempo y aun por su parte no había pronunciado alguna palabra, pero una vez se daba cuenta de eso intentaba dejar todos aquellas ideas a un lado. – Yo me encuentro bien. ¿Usted se encuentra bien? – Sin cohibirse en sus acciones su mano se acercó al rostro, posándose tres dedos medios debajo del menor ajeno mientras observaba su rostro. – Se ve que se encuentra agotada. Debió ser por el esfuerzo de llevarme hasta aquí. – Analizo y comento con tranquilidad sin pensar en cómo podrían resultar sus palabras o acciones en la joven, ya que para Klaus no había nada de malo en estas. – Pienso que debería tomar su tiempo para recuperar el aliento. – Vociferó mientras se colocaba de pie observando los oscuros alrededores.

– Por lo que puedo observar, no existe ninguna criatura viva cerca. – Por lo que debería observar no podría ver nada ya a lo oscuro que se encontraba, pero inconscientemente usaba su capacidad para ver en la oscuridad la cual para Klaus era algo nada fuera de lo común. – Yo estaré a su lado, me haré responsable por el hecho que terminó agotado por mi causa. –

Sentía cómo la mirada del joven pasaba por todo su rostro y por sus alas, las cuales dejó relajar para que no llamaran mucho la atención aunque quizás ya era tarde para ello, probablemente era la primera ocasión en que veía a un hada y no sabía cuál sería la reacción de él, sin embargo, ante la tardanza de sus palabras creyó que no era una buena señal. Estaba a punto de alejarse un poco de él ya que pensó que quizás lo había incomodado, pero fue en ése momento en que escucho la voz masculina del joven, su respuesta la desconcertó un poco, parecía demasiado tranquilo ante lo que acababa de pasar. –Ah…si, estoy bien, ¿pero… está seguro que se encuentra bien? Por que hace unos segundos estaba… -su mano se había elevado un poco para señalar el árbol donde había encontrado al aparentemente humano, pero no terminó de hablar ni de ejecutar sus acciones pues en ése momento los movimientos del más alto la sorprendieron un poco, nadie se había acercado tanto a ella como Okyanus en una ocasión lo hizo, aun así no fue del todo incómodo para ella.

Parpadeó dos veces seguidas al escuchar sus palabras ladeando levemente su rostro hacia su lado izquierdo quedándose sin palabras por unos segundos, dejó que él hablara todo lo que quisiera pues aún no entendía su reacción ni tampoco su comportamiento y pensaba que era normal que los “humanos” o bien, una especie de pirata extraño, se comportara de esa manera. Su mano derecha que aún se encontraba elevada, la dirigió hasta su cabellera cobriza para poder rascar su nuca con levedad tratando de comprenderlo, su rostro manifestaba cierta confusión. –Todo a su alrededor está vivo…los árboles, las plantas, las flores y los animales… -habló con tranquilidad mientras estiraba firmemente sus alas, y con sutileza se elevó del suelo, quedándose a escasos centímetros más alta que el joven. –No estoy cansada....mi trabajo requiere fuerza, debo estar cuidando que todo se encuentre en buenas condiciones...pero es bueno saber que esté consciente de sus actos. –Se acercó al brujo mientras volaba a su alrededor volviendo a su rostro las expresiones de confusión. –Dime, ¿Qué intentaba hacer al saltar del árbol? –sus ojos se entrecerraron con levedad al fijar su mirada en los ojos ajenos, quizás sus palabras parecían un regaño, pero no era así. -Por cierto, ¿Quién es usted? ¿Cómo se llama? Un humano o un pirata no debería estar en nuestras tierras. –descendió de nuevo para que sus pies descalzos tocaran la tierra húmeda una vez más, debía tener los datos más importantes de aquel joven y así avisar a las hadas de mayor edad acerca de lo sucedido ya que estaba segura de que en más de una estación se estaría hablando de ese “intruso”.

Las palabras de la joven alada le sorprendieron un poco aunque no lo demostró ya que permaneció siempre con una expresión tranquilo, sin dudar de lo dicho tomo de esas palabras como una verdad mas ya que en su interior no existía desconfianza hacia otras personas aunque se trataran de completos desconocidos, Klaus estaba consciente de que él que también es un completo desconocido para la joven delante de él y aun así ella tomo su tiempo para ayudarlo.  – Desconocía de eso, pero ahora lo sé. Aun así, señorita... – Comentó tranquilo mientras observo como la figura femenina se elevaba gracias al hermoso par de alas en su espalda  – Yo me refiera alguna criatura viva que sea capaz de moverse y pueda tener un comportamiento peligroso para otros –

Luego de eso continuó observando de ella en silencio por un poco más, hasta que una pregunta fue hecha para él.  – Simplemente deseaba llegar al suelo – Su mirada se posó sobre aquel gran árbol  – Si lo observa bien, este presenta varias ramas de gran grosor, yo estaba a punto de saltar sobre una – Comento tranquilo observando en la oscuridad de esta pero estaba tan oscuro que de no ser por su visión nocturna no hubiese podido de ver de ella con anterioridad y debería de haber pensado otra cosa para bajar de árbol.

Klaus pensó en la suerte que tenía de haber visto de estas, si no, no tenía idea de cómo hubiese hecho para bajar.  – ¿Yo? – Algo perdido del tema volvió a observar a la joven – No lo sé, no sé como quien soy, ni como llegue a este lugar, además… - Su mano derecha se poso en sobre sus sienes mientras intentaba de recordar, pero eran preguntas a las cuales el no tenia respuesta ya que desde que despertó se encontró completamente solo y confundido  – ¿Quién es usted? ¿No me conoce? Pensé que me conocía ya que me ayudo –

–Podría decir que no hay seres peligrosos más que piratas…pero ellos no se atreven acercarse a nuestros territorios, o al menos no lo han intentado hasta el momento…a menos que –se quedó callada por unos segundos.- a menos que usted sea uno, pero no, no parece. –dijo dentro de sí misma mientras su mirada se perdía por unos momentos en los ojos del más alto, escuchando después la respuesta a su anterior pregunta. –Bueno… yo desconocía sus intenciones pero ¿Qué hubiera pasado si por alguna razón no hubiera salido como deseaba? Me alegro saber que llegué a tiempo. -un suspiro prolongado salió de sus labios manteniendo sus propias manos entrelazadas sobre su pecho sin desviar su mirada de él.

Esperó la respuesta del joven, y al escucharlo sus gestos pasaron a ser un poco sorpresivos y confusos. – ¿No sabe quién es usted ni cómo llegó? … -parpadeó un par de veces al tiempo que se enderezaba, su mano derecha fue directo hasta su propia mejilla la cual rascó con mucha suavidad. –Yo no lo conozco, ni sé quién es usted. Simplemente lo ayudé porque quería prevenir un accidente, además, no es normal que vea a alguien tratando de hacer lo que usted ha hecho… -comentó con tranquilidad mientras se acercaba un poco a él y lo observaba fijamente a los ojos. –No me gustan las mentiras, y no sé si creerle del todo que no sabe quién es usted. –se cruzó de brazos tratando de parecer un poco dura, ciertamente no estaba segura que debía de creer en todo lo que él estaba diciendo pero su rostro le transmitía confusión. –Yo soy Bekpin, un hada híbrida guardián de los territorios de las hadas en Nunca Jamás. –habló con cierto orgullo de su trabajo, pensando en que si quizás ella se presentaba el otro también lo haría y así poder sacar algo de información. –Ahora le toca a usted. -