Vergil-Vampiro

Psicología

Vergil, era un niño solitario y triste que tiene una curiosa afición: le gusta coleccionar recortes de prensa sobre asesinatos violentos, masacres y vandalismo. No tiene amigos y sus compañeros de clase se mofan de él y le maltratan. sus sentimientos son puros y siempre trata de hacer lo correcto pase lo que pase. pero hay veces que el mismo no se puede controlar y despierta su oscuridad interior. para relajarse comienza a bailar, sus pasos son increibles cada vez que baila termina siendo un espectaculo para aquellos ojos que lo miren. tiene su color de pelo naranjo,tes blanquecina y cuerpo escultural.

Historia

Vergil, era un niño solitario y triste que vive en los suburbios de New York, tiene una curiosa afición: le gusta coleccionar recortes de prensa sobre asesinatos violentos, masacres y vandalismo. No tiene amigos y sus compañeros de clase se mofan de él y le maltratan.

Una noche conoce a María, su nueva vecina, una misteriosa niña que nunca tiene frío, despide un olor magnifico y suele vivir acompañada de un hombre de aspecto siniestro. Vergil se siente fascinado por María y se hacen inseparables. Al mismo tiempo, una serie de crímenes y sucesos extraños hace sospechar a la policía local de la presencia de un asesino en serie. Vergil, con el pasar de los días se da cuenta de que las víctimas tienen heridas redondas en el cuello, su calidez se iba apagando y su tono de piel se volvía gris. Cada vez que decían en las noticias acerca de una víctima Vergil llamaba a María para intentar compartir su extraño pero fascinante afición. María lo ayudaba imprimiendo las fotos y Vergil escribía los datos dichos en la tele por la policía al instante de tomar un lápiz de tinta negro se topa con María frente a frente, Vergil podía sentir como su corazón latía cada vez más y más rápido. Vergil sabía que esta oportunidad no se podría repetir en su vida él se acercaba más a la chica, sus labios estaba a punto de rosarse Vergil no lo podía creer era el mejor día de su vida su compañera, accidentes que investigar, fotografías de victimas este día era perfecto.

Vergil al intentar besar a María, siente algo de frio en el cuerpo. Está quieto, sin poder moverse, siente que gotea algo de su cuello. Al momento de tocar el lugar de dónde gotea. Mira su mano. Sus ojos se abrieron a tal punto de asustarse, miraba como un rastro carmesí bajaba de su mano y cuello. Era sin más ni menos el rastro de su propia sangre, sentía como su cuello se apretaba cada vez más, se sentía como si estuviera estrujando su propia piel. Al darse vuelta lo miro atentamente ahí, parado y con la sangre de Vergil corriendo por sus afilados dientes blancos que cuando los veía, era como ver el reflejo de una luna llena en la oscuridad total era el caballero que vive con María. Por primera vez en su vida lo sintió, eso llamado miedo es como algo que te impide seguir y no poder moverte, algo que no te deja pensar y solo actúas. Vergil, al caer lentamente al suelo vio como los ojos de María se tornaban de color rojo, pero no era cualquier rojo si no un rojo lo bastante fuerte como para hipnotizar a alguien con solo abrirlos. A punto de caer rendido en el piso Vergil logra escuchar unas palabras de María: *Lo siento pero no quiero que desaparezcas, encontré que esto era lo más conveniente*su cuerpo no aguanto más y cerro sus ojos para descansar. Luego de unas horas Vergil despertó, tirado, en una esquina sucia llena de ratas, escarabajos y papeles mojados. Todo se sentía frio, no sabía qué hacer, cada paso se sentía como si nada mas importara. Tenía hambre su estómago crujía y su garganta seca por todo lo que paso. De reojo ve a un tipo muy lujoso con una fachada increíble. Llevaba puestos unos zapatos de cuero negros, una corbata negra con diversos puntos blancos, un pantalón negro completo, una camisa completamente blanca sin manchas ni arrugas, una chaqueta negra que colgaba de sus hombros y un maletín gris. Se veía como el típico trabajador cliché de una oficina. Vergil al verlo piensa en su cabeza: “se vería bien como un buen alimento”. Pega un salto y piensa que pasa con él pero no se aguanta no puede parar el hambre en su interior. Ese mismo día en la noche Vergil logro llegar a su casa por fin había saciado su sed y calmado su hambre y ahora que gracias al amor de su vida, Vergil se convirtió en una bestia horrible. No sabe qué pasará ahora, sus sombras lo atormentarán para siempre, sus sueños ya no serán lindos, las fotos de homicidios y tragedias ya no serán fotos si no que su hambre las ocasionara. Ya nada más le importa solo seguirá su vida hasta encontrar la razón de todo esto.

Vergil sabía que el hambre en su interior no aguantaría mucho así que puso sus garras en marcha para poder controlarlo. Pensaba y pensaba en como poder controlar ese maldito dolor que producía la sed, el hambre, la falta de sangre que le generaba un placer único e inigualable.

Vergil no sabía cómo reaccionar ante el suceso inesperado e irreversible. En su cabeza, tenía miles de preguntas que necesitaban respuestas claras y precisas. Ahora, definitivamente, su entorno no sería igual. Vería las cosas con diferentes intenciones, ya no podía ver las fotos de asesinatos con el mismo motivo que antes. Sentir el deseo y placer que recorría por su cuerpo lo desviaba de sus pensamientos e iba a una gran necesidad de querer más que sangre. Su interior se volvió más tenso, más violento y más amenazador. Sin darse cuenta, poco a poco le obedecía a su instinto asesino. Observar, elegir una víctima, visualizar el entorno, dirigirse a su objetivo y atacar en el momento oportuno para luego succionar toda la sangre que podría haber en ese cuerpo frágil e indefenso. Esa era la idea de Vergil, pero no. Él no podía pensar en eso, se distrajo un poco y comenzó a pensar en las posibilidades que había. Vergil no encontraba la forma de que se fuera esa horrible hambre interminable e insaciable. Necesitaba de la fuente que lo mantenía, la sangre era su único deseo desgarrador.

Sentir esa sangre, ese exquisito liquido que pasa por su garganta, hizo que Vergil enloqueciera en placer. Se sentía totalmente excitado , camino a su casa vio a una joven de ojos café como la madera , una piel blanquecina como la luna , delgada como si hiciera una dieta extensa, vestido rojo muy formal, unos tacones con una punta tan fina que atravesarían el corazón de alguien con solo pisarlo y su cabello oscuro. Vergil se sintió atraído por la chica, pero su deseo desesperado de matanza y excitación se calmó en un abrir y cerrar de ojos al verla. Vergil gentil y amablemente va donde la chica, se sorprende al ver que la señorita tiene los ojos rojos y empañados. "Estará llorando" se preguntó Vergil, Vergil corre veloz mente y se para en frente de ella dejando una ráfaga de viento por el camino. La chica sorprendida le pregunta a Vergil como hizo eso y porque estaba al frente de ella. El respondió que la había visto llorar y se preocupo sin saber quién era, no le gustaba que las personas (que a él le importan) lloraran. La chica responde: " que te interesa, ni siquiera te conozco, aléjate". Vergil al escuchar esto le responde: "hey, sé que no te conozco pero me gustaría poder ayudarte, no crees que si no me importara no estaría al frente tuyo como un idiota". La chica al escuchar esto se puso roja y le respondió:" hey....no es para que me estés retando" la chica hizo una mueca de tristeza y siguió llorando. Vergil tenía que hacer algo para que dejara de botar lágrimas así que la invito a caminar. A lo que ella acepto aún llorosa, bravo ahora nuestro chico se volvió a enamorar, aunque sea un ser con corazón muerto sus pensamientos y sentimientos siguen vivos en algún lugar de él.

Un día, Vergil fue a visitar a la chica que se había encontrado unos días antes. Ellos ya tenían una comunión muy afectiva, se entendían y se tenían el uno para el otro en cualquier momento de angustia o desolación. Al llegar a su destino, pensó que sería genial regalarle algo, tomo su polera favorita y siguió su camino. No sabía que comprar estaba indeciso y ya eran las 9:45 de la noche, el aire se sentía frio inclusive más que su misma piel, el chico recordó, como eran esos días cuando no era un monstruo, su estómago crujía , esto no le podía estar pasando justo ahora. Vergil no sabía que hacer estaba desesperado, bajo la tenue luz de una poste vio dos sombras, se quedó quieto sin decir nada, se limpió los ojos con las manos, no había nada solo eran pensamientos de su cabeza,  el hambre afecta mucho su conciencia. No perdió el tiempo y busco algún animal, alguna rata, algún ave, miro locamente a un mapache que se movía de árbol en árbol sacando ramas para su madriguera. Vergil sigilosa y rápidamente lo toma del cuello, siente como el corazón del mapache late por la desesperación de estar frente a Vergil, causaba miedo en los seres inferiores a él y eso lo hacía sentir superior. El pequeño mapache pataleaba y vergil hunde sus colmillos para poder absorber su esencia, de repente el pobre animal dejo de moverse, se volvió gris , ya había muerto, Vergil pudo desahogarse con tal festín ambulante. Pero él sabía que esto no iba a durar mucho sabía que dentro de todo ese ser se escondía una bestia imparable capaz de destruir todo lo que esté en su camino.

Otros y/o Exclusivos Quimeras

{♠} Gustos:
 El Baile
 La música
 Las fotos de accidentes u homicidios
 Las personas con una gran personalidad
 Los juegos
{♠} Disgustos:
 Que le mientan
 Que hablen de sus padres
 Que lo maltraten
 Que se interpongan en su camino mientras cazan
 Que libere su real poder
{♠} Fobias:
 Le aterra el hecho que alguna vez el sol toque su piel
 Morir si haber hecho algo o ser reconocido por algo
{♠} Otros:
 Sueña con cazar con alguien
 Ama todo lo relacionado con las muertes y la investigación
 Siempre tiende a ser callado a menos que mire bien a alguien