Dragomir Ainsworth - Quimera ||

{♠} Edad: Tanta como la misma oscuridad
{♠} Ocupación: Ninguna
{♠} Nacionalidad: El Vacío
{♠} Avatar: Brian Hugh Warner [Marilyn Manson]
{♠} Raza: Quimera
{♠} Habitante de: Todos y Ninguno a la vez




Amigo de la Ironía y el sarcasmo, Dragomir es un ser completamente lleno de ellas, aunque su vocablo estancado en el medioevo es lo que mas lo caracteriza. Tiene en mente una lucha contra el padre “Todopoderoso”, por mantenerlo con “vida” y un contenedor de carne y hueso, si es que se le puede llamar de esa manera.

No contiene venganza alguna contra otras criaturas y la verdad con quien debería tenerlas, tampoco lo hace, sino que las mira como seres insignificantes, no porque lo sean, sino que ya una vez burló su seguridad y eso, por lo menos para el, es la demostración perfecta de la incompetencia que tienen como raza (Ángeles).

Siente cierta “compasión” por la gente que no ha de tener un propósito en la vida, ya que ve como su carácter y alma pueden ser tan moldeables como una plasticina.




Luego de ver como el padre rechazaba de su lado a un ángel, el cual convirtió en demonio, Dragomir supo que esa era su oportunidad.

Nacido desde la misma oscuridad que quedó en un rincón de la existencia, Dragomir, un ente sin cuerpo aparente observaba todo lo que ocurría en el mundo, tramando como poder vivir y morir, como existir y al mismo tiempo no, la verdad, solo se encontraba en un hiatus extenso esperando algo, pero no sabe que.

Luego de ver como Lucifer, uno de los hijos predilectos del padre se le enfrentó, y le dio una pelea digna de dejar grabada en su mente, luego de ver el trayecto de la caída de su hijo, Dragomir encontró el momento de moverse, fue en ese momento donde decidió dejar la oscuridad que lo rodeaba y tomar una forma mas “amable”, en realidad algo mas palpable. Apenas se movió un centímetro, sintió como  el vacío iba tomando forma, cosa rara, ya que nada puede ser creado desde la mismísima nada, aunque Dragomir, era digno de presumir su existencia.

Cuando ya estaba en una forma mas aceptable para moverse, decidió subir al cielo de una forma muy notoria,  como buen hijo de la oscuridad, Dragomir se autoproclamó un Demonio puro y todo lo que tuviese contacto con el se desvanecía y quedaba sin energía, solo para poder mantener su forma física. Cuando entró en el reino de los cielos no se hizo esperar y comenzó a azotar a cual ángel se le acercara, las guardias estaban bajas y desniveladas, por ende, derrotar a quién lo confinó a un espacio reducido sería una tarea mas liviana, ya que gracias al “todo poderoso creador” la oscuridad era impura, y lo poco de pureza o legitimidad que quedaba en ella, hoy se llamaba Dragomir.

Al estar frente al padre, Dragomir se le paró enfrente y muy imponentemente vociferó:

- Aquí estamos, uno frente al otro, tú, sentado, debilitado y adolorido, yo, con la fuerza suficiente para proclamar tu reino, así como lo hiciste tu conmigo.

Sin ninguna palabra, una luz cegadora, cual disparo de nieve, aprisionó a Dragomir y con sonido de trompetas, le quitó todo lo que tenía,  o mas bien lo que no tenía, confinándolo  a un cuerpo decrépito y desnudo. En ese momento Dragomir entendió lo fuerte que era el creador y lo difícil que sería tratar de tomar su mundo. Ya en la tierra sintiéndose asqueroso de ser un mísero cuerpo sin nada, ya no sentía como la oscuridad fluía en su ser, sentía como ya no era, lo que era…

Ya en una tierra mustia, Dragomir deambulaba sin ningún rumbo claro, el hecho de ser un mísero humano, ya le desagradaba, así, poco a poco fue viendo como la humanidad evolucionaba y se unía, pero al mismo tiempo también se destruía, lo que le causaba demasiado placer.

Al cabo de unos mil aos de vida, Dragomir se fue sintiendo pesaroso, y muy cansado, sus nches eran mas largas y su actividad física se reducía a la mitad. En uno de esos días agotadores, decidió recostarse al lado de un gran pozo antiguo, el cual se decía que estaba embrujado, así nadie se acercaría a interrumpir su sueño.

Eran aproximadamente las tres de la madrugada, cuando Dragomir se despertó con un hambre imparable, sus ojos no podían cerrarse, sus pupilas se dilataban cada vez mas, su visión se volvía roja, como cuando un depredador anda en busca de su presa, la cual para fortuna de Dragomir, se encontraba a unos cuantos kilómetros, los cuales no dudó en correr, para llegar a donde estaba su presa, una niña de tan solo cinco míseros años, y claro, como Dragomir no es de compasiones, no dudó en tomarla por el cuello, perforarlo con la uña de su dedo índice y rápidamente  consumir cada parte de su ser a través de su sangre.

Después de dejar a su presa mas seca que una pasa, se dio cuenta como su vitalidad volvía, como el cansancio desaparecía y como rejuvenecía ese cuerpo inmundo. Ya al conocer como  aumentar su vida aunque no con certeza, continuó con su ritual, todas las noches, alimentándose de cualquier ser humano que se acercara a ese pozo, además, le daba mas misticismo al lugar, tanto así que la gente de locaciones aledañas decía que el pozo estaba lleno de sangre, ya que cuando la gente iba a beber agua de allí, el pozo se los tragaba. Historias varias fueron concurriendo al rededor de ese pozo, hasta que un día, después de alimentarse de una de sus presas, Dragomir notó como se caía un libro de entre sus ropajes, un libro el cual estaba lleno de “criaturas”, las cuales estaban registradas por el propio usuario, y como Dragomir no conocía mucho del mundo en su vista macro, decidió a leerlo. Luego de un par de páginas, se dio cuenta de que existían unos seres llamados vampiros, los cuales bebían sangre humana y convertían a otro de los suyos. A la quimera le agradó tener “hijos”, ya que así formaría un ejército para pelear contra “DIOS”, quien lo hizo caer.

Ese día por la noche, saló a comer como de costumbre y cuando estaba por vaciar a su presa, decidió dejar un mínimo de sangre para poder convertir al humano, el cual tuvo la habilidad de mantenerse en pie, y luego desintegrar en cosa de segundos, sin dejar un rastro aparente. En ese momento Dragomir entendió que ni siquiera un legado, o un ejército podría tener.

“Es tiempo de emigrar y tratar de buscar la fuerza suficiente para derrotarlo, esto no se quedará así”

Ya adentrado en la edad media Dragomir no concebía vivir solamente, ya  que si sed de poder es enorme, así que buscaba por todos lados el como obtenerlo, aunque en una época donde la magia estaba prohibida, y mas aún sancionada, se le hacía difícil y la verdad, no quería tener a la inquisición siguiéndole los pasos, así que se dedicaba a visitar tabernas y prestar atención a todas las historias que contaba la gente sobre brujería, en una de ellas quizás se encontrara su mentor, o mas bien su instructor…

Luego  de visitar muchos países y tabernas, ya cuando creía que la gente solo hablaba por hablar,  escuchó su última historia, algo sobre un ermitaño que creaba cosas que nadie mas hacía, que curaba enfermos con solo tocarlos y que manipulaba los elementos a su voluntad, pero mas que eso, no hablaban sobre su ubicación, a lo que Dragomir decidió esperar a que el narrador de dicho relato se fuera de la taberna, y lo siguió. Llegando a un callejón oscuro, la quimera tomó al  individuo del pecho y lo azotó contra la pared, y de la forma mas intimidante posible le sacó la ubicación entre tartamudeos, luego de eso, lo soltó y de una patada en la frente lo dejó inconsciente.

Al pasar de los días llegó a la ubicación que le había robado a aquel hombre, ahí se encontró con un anciano cansado, casi como si la vida se le estuviese arrancando del cuerpo, con la mirada ida y la piel fría, de un tono grisáceo, como si esos fueran los últimos momentos del viejo.

Dragomir: Hey tu!!, no creas que te dejaré morir así de fácil, primero harás que renazca…

Dijo la quimera mirando al anciano de manera desafiante, con un tono de superioridad, como el que acostumbraba a usar. El viejo sin inmutarse, ni mover un solo músculo creó una bola de energía, la cual se disponía a atacar a Dragomir, cuando vio que se desvaneció antes de que llegara a su objetivo, se levantó del suelo y muy sorprendido le dijo:

“Eres el portador del vacío, y por ende, nada de lo que tengo para entregarte, ha de servirte… a menos que encuentres la fórmula”  

Fórmula, esa palabra resonaba en la mente de Dragomir…

- Enséñame lo que sabes…

Dijo sin titubear en ningún momento en su tono de voz, entonces, el anciano le mostró su palma al señor del vacío y acumulando su energía en ella, hizo brillar las zonas en las que se concentraba su propia energía. Hacía esto con el fin de mostrarle desde donde la magia se canaliza y se vuelve material en su  totalidad, y desde donde debía concentrar su expulsión. Dragomir, utilizando los mismos movimientos que el viejo mostró la palma de la misma manera, pero en ella no se iluminaba nada, al contrario, los puntos donde debían existir bolas luminiscentes estaban negros, como un agujero sin salida.

Desde aquel momento, Dragomir entendió que su naturaleza era exactamente lo contrario a todo lo que se conocía en la tierra, inclusive la que provenía de otros lados, ya que los Ángeles expulsaban el “poder divino”, y los Demonios expulsaban su “energía demoniaca”, pero Dragomir… Dragomir no expulsaba nada, sino todo lo contrario. Fue ahí cuando se levantó de aquel lugar y se retiró de forma muy tenue y templante.

Esa misma tarde se dirigió hacia alguna de las bibliotecas del pueblo mas cercano y marcó su mirada en la sección de magia, esta vez, aprendería todo por su propia cuenta. Esto le llevó a ir de libro en libro y practicando cada truco de magia que aprendía, y lentamente se iba dando cuenta de que su “no energía” era lo que le mostraba el sendero que debía tener, Poco a poco se fue conociendo como un “Anti Mago”, ya que su magia era distinta, nada comparado con lo normal, sino todo lo contrario, era algo que arrebataba cada milímetro del ser en quién fuese ocupado, tanto así que es la única criatura en los mundos conocido como el creador de la “Anti Magia”.

Ya con lo necesario aprendido, Dragomir se preparaba para su nuevo ataque...



{♠} Gustos: Nada en Particular
{♠} Disgustos: Los Ángeles y las criaturas celestiales.
{♠} Fobias: ---
{♠} Otros: Siente atracción por los demonios, pero una atracción interesante, ams que carnal




{♠} Descripción de su(s) naturaleza (s) o raza(s): NAturaleza del vacío, a través del tiempo aprendiendo ciertas actitudes. Ahora es una Mezcla de Demonio/Vampiro/Mago, pero mas criatura del vacío y la nada
{♠} Habilidades: Omite hasta la aceptación de estas
{♠} Descripción física y de transformación: No tiene una transformación en específico, ya que aún no posee es habilidad todavia. Su forma "humana" es la de un ser pálido, largo y muy delgado.
{♠} Identidades: Antimago - Dragomir Ainsworth

Ficha Terminada