Ñoños' League. [Abierto]

Aleksandr había esperado este tiempo desde hace mucho tiempo. Había estudiado arduamente además de haberse pasado 12 horas diarias entre ver televisión y leer cómics, su esfuerzo no era para menos pues había conseguido un pase especial para poder entrar al ComicCon en San Diego como un encargado del puesto de DC Cómics, por fin uno de sus sueños de infancia se hacía realidad. Sintió que la suerte lo acompañaba desde hacía un año el cuál le tomó para tener un cuerpo respetables, ya que tenía que ir disfrazado. Tener un cuerpo de cómic es casi imposible conseguirlo, pero él lo logró. Portaba el traje de Batman del futuro muy a gusto y sobretodo orgulloso, aunque sus familiares lo veían extrañados al verlo salir muy temprano de la casa con aquellas ropas tan extrañas. Su madre pensó en decirle algo pero sabía que era inútil hacerlo, durante años le dijo que era un "chiquiviejo" o "Friki", pero a él le daba igual, ya había terminado sus estudios de ingeniería mecatrónica y demás estudios que consideraba inútiles, ganaba su propio dinero y le resbalaba lo que le dijeran.

"Alek, hijo cómete un choclito antes de irte..." -Su madre aun estaba sentada en la mesa desayunando con algunos de sus hermanos que reían de él, pues se veía demasiado serio como para usar un disfraz. El muchacho solo negó y dijo.- "No puedo, ciudad Gótica me necesita". -Así caminaba gallardo hasta su auto, condujo por menos de tres horas hasta el lugar. Todo le parecía a él como un sueño hecho realidad, le encantaba estar ahí compartir ideas, dar información y hacer vida social por algunos días que fueron cortos a su parecer.


Ya transcurría el último día del evento, faltaba poco para cerrar cuando un hombre vino a él, estaban platicando amenamente pero pronto las cosas se calentaron.- "No puedes ser tan niño rata, hombre... hermano cálmate... tampoco me insultes..." -Aleksandr podría ser muy amable en todos los sentidos que podían haber, pero definitivamente era corto de paciencia, a veces el enojo era tanto que la mayor parte de esas veces terminaban en peleas callejeras.- "¡Hijo de la guayaba! ¡Te voy a matar!" -No pasó mucho tiempo en esa hostil conversación cuando el macho lleno de ira, se abalanzó sobre esta persona con un puño armado en su mano. Se necesitaron casi a 10 personas para separarlos, ambos eran fornidos. Alrededor de ellos, muchas personas disfrazadas se acercaban a tomarles fotos y videos, ya que era raro ver pelear a Batman y a Kratos, era como ver una pelea de Bat in the sun en vivo y en directo. Una vez separados, simplemente echaron a Aleksandr fuera del a la calle, puesto que Kratos era una de las personas de seguridad.

"¡BATMAN PUEDE VENCER A SUPER MAN EN CUALQUIER CIRCUNSTANCIA! ¡ESTÚPIDO!". -Dijo enojado el lobo quien había golpeado la puerta de metal haciéndole un hoyo.- Ay no puede ser, la cárcel otra vez no... -Corrió un par de cuadras para que no pudiesen ubicarlo. Se tocó los bolsillos pero era en vano, no tenía bolsillos. Había dejado las llaves de su auto en el puesto de DC y tenía todas sus pertenencias dentro del vehículo.- "Por los bigotes de Gaia, me lleva el coño! ¡Vamos, dame un peor día!" -Gritó al cielo enojado como si le reclamara a su creadora y ella le respondió con una lluvia torrencial que explotó a los pocos minutos. Ahora el macho se encontraba sentado en un banco en el parque, solo, sin dinero, mojado y con un disfraz de Batman del futuro de látex que parecía una armadura y le apretaba el cuerpo. Nunca había pedido dinero en la calle y la vergüenza le ganaba, simplemente se sentó a ver el mundo pasar hasta que quizás muriera por inanición o la policía se lo lleve por andar de fenómeno, cualquiera sean las opciones, simplemente se quedó quieto, arrepentido de haber gritado al cielo y de no haber aceptado el delicioso choclo que su madre le había ofrecido en la mañana.-

El gran día había llegado y como era de esperarse, el nerviosismo lo hizo despertar un poco más temprano de lo que hubiera querido. Aquello no importó, decidió aprovechar la mañana y revisar más de cinco veces todas las cosas siguiendo un listado en una pequeña libreta. Pidió room service y aprovechó de irse a duchar mientras la comida aún no llegaba, pensando en las cosas que haría ese día, muy emocionado y también nervioso. Dejó el agua correr por su maltratado y marcado cuerpo, lleno de cicatrices por los experimentos a los que fue sometido desde que era un recién nacido. Para los garous es fácil regenerarse y borrar toda cicatriz o dejarlas por capricho u orgullo, pero Hobi no tuvo opción, los científicos interferían con su regeneración con una droga.
Salió del baño cuando escuchó que llamaban a su puerta, y rápidamente se puso una bata porque no le gustaba mostrar sus cicatrices. Abrió la puerta, relamiéndose los labios por el aroma del apetitoso desayuno continental, el cual devoró en un abrir y cerrar de ojos. Debía comer bien si quería resistir todo un día adrenalínico, pues una vez puesto el traje trataría de no comer para no estropearlo.

Se puso su ajustado traje con mucho cuidado, poniendo cada pieza de la armadura en su lugar y cuidando no romper nada, aunque eso era difícil, pues había cuidado hasta el más mínimo detalle y sabía que eso no pasaría. Puso los dos escrima sticks en sus lugares, a la altura de sus omóplatos, pero sin antes probarlos, encendiendo las luces led de color cian en los extremos, los cuales supuestamente electrocutarían a sus víctimas. Revisó por última vez la lista, chequeando todo nuevamente, para finalmente ponerse el antifaz, un abrigo largo abrigo, como el de Hush, para protegerse de la lluvia, además de un paraguas plegable, pues había revisado el clima en una app y habían pronosticado un 75% de probabilidades de precipitaciones. Miró su libreta y en un abrir y cerrar de ojos las llamas de su encendedor la consumieron, dejándola en el suelo, dándole libre albedrío a la flama para que tomara sus propias decisiones. Haber visto el fuego fue realmente relajante para él, el nerviosismo y ansiedad desaparecieron por completo, y una sensación de libertad y bienestar llenaron su pecho, dejando todo atrás.

Había llegado muy temprano a la Comic Con, cuando aún no habían abierto las puertas. Se encontró con muchos cosplayers, emocionándose ante los halagos que recibía y haciendo cumplidos. Entre tanta conversación, se le acercó un fotógrafo y le ofreció una sesión de fotos gratuita. Sin mucho que hacer esperando en la entrada, decidió aceptar, aprovechando la oportunidad de tener fotos profesionales de su traje. Tomaron un taxi hacia la industria más cercana del lugar, que de todas formas quedaba lejos. La sesión fue todo un éxito y terminó mucho más rápido de lo que esperaba. La Comic Con ya había empezado y él estaba relativamente lejos. Salió a la calle en busca de un taxi, pero no había ni señas de algún vehículo en ese lugar. Entonces decidió caminar, aprovechando que aún estaba despejado, apresurando el paso para no perderse de nada. Repentinamente se vio bombardeado por miles de gotas de agua, por lo que tuvo que hacer uso de su arma secreta, su paraguas plegable. Continuó su camino cuando una silueta negra llamó su atención. ¿Sus ojos lo engañaban? ¿Era batman del futuro? ¿Terry McGinnis? Corrió al encuentro del sucesor de su mentor, cuidando que su paraguas no se volteara. Una vez a una distancia prudente, alentó el paso y caminó hacia él, quedando de pie a su lado. –Hola…- Saludó a batman con una sonrisa nerviosa. -Está bien que Bruce fuera depresivo, pero no debes tratar de ser como él, te puedes resfriar acá afuera.- Agregó acercando su paraguas para que los cubriera a ambos y así protegerlo de la lluvia, soltando una pequeña risa.

Cosplay:

-"Tres chanchitos desobedientes…" -Empezó a cantar mientras esperaba quizás algún milagro. Se sentía abandonado, ya nunca había estado tan solo tanto tiempo. Siempre estaba rodeado por personas o por lo menos con su pequeño beagle, Aristóteles.- "Yo sabía que debía traer a Totty, por lo menos estaría abrazándome aquí… o mejor no, los perros huelen feo cuando están mojados y el hijo de Bruno Díaz no puede andar por ahí con un perro que huela a caballo muerto." –Dio un largo suspiro mirando al cielo que ya es muy gris y hacía parecer como si estuviesen de noche.- "Ojalá hubiese cobrado por todas esas fotos que me tomaron dentro… aunque me hubiese gustado sacarle el número a esa Harley Quinn, que era tan... zukhulemta…" -Suspiraba arrepentido por lo que pudo haber hecho en esos momentos. Trató de ver la hora en el reloj que suele llevar en la muñeca derecha pero solo se topó con el guante negro de su disfraz. Suspiró nuevamente porque no sabía cómo iba hacer para recuperar sus cosas o por lo menos cómo iba a volver a casa, si bien había llegado por su propio pie hasta San Diego desde su casa, no era nada sin el GPS de su auto o sin su teléfono o sin el GPS de su teléfono.- "Yo sabía que no debía faltar a las clases de los Boys Scouts y no irme de putas por ahí con mis amigos. Se vestían raro, pero de algo me hubiese servido en este momento."

Pasaban los minutos muy lentamente, lo único que podía ver directamente era una pub que se encontraba cruzando la calle, lo único que escuchaba eran los rugidos de su estómago. Era una mala combinación, pues no tenía ni medio penique para poder comprar una miga. Nunca en la vida se había sentido tan hambriento, nunca en la vida había sentido tanta atracción por un pub de mala muerte, pero su instinto le decía que adentro había comida y no había tanta agua como afuera. Negó un par de veces antes de voltear la mirada encontrándose esta vez con una cafetería. La gente se veía tan caliente y cómoda dentro con una taza de café entre sus dedos. Aleksandr odiaba el café y el chocolate con toda su alma, pero en ese momento, cualquier cosa que rebasara los 60 grados centígrados se veía demasiado tentador para él. Se sentó con la espalda muy recta y las piernas cruzadas para reprimir las inmensas ganas de ir a robar… comprar algo de comida y solo bajó la cabeza consolándose así mismo.

Esperó por un largo tiempo hasta que escuchó la suave voz de un muchacho. Ya habían pasado algunos chicos haciendo mofas de su disfraz. Así que levantó la cabeza y sus ojos se abrieron mucho al ver lo que tenía al frente.- "Nightwing…" -Se frotó la cara para ver si estaba soñando pero no, él niño aún seguía delante de él. De inmediato se levantó e hizo una leve reverencia por inercia. El niño era bastante más bajo y delgado que Alek, pero el traje le quedaba perfectamente, además que estaba bien hecho.- "Deberías estar patrullando ciudad Gótica." –Tenía demasiada hambre como para decir algo decente, pero al darse cuenta de lo que dijo, solo se ríe en voz alta. Extendió la mano al más bajo y sonrió, era en vano pues la tela cubría su rostro pero aun así lo hizo.- "Soy Terry McGinnis… bueno, estoy haciendo un traje de Terry McGinnis. Me llamo Aleksandr. ¿Cuál es tu nombre? Si me dices Dick Grayson, te daré batigolpes." –Dice riendo pero el sonido de su hambriento estómago se puede escuchar.-