Priv; Autumn. ━ Days.

Es curiosa la forma en la que observa ahora el mundo, a través de esos gélidos ojos y un corazón enfriado hasta el punto, pareciera, no latir. Lo hace, desde luego, no estaría aquí de no ser el caso. Sin embargo, hay veces en las que debe, con una aplastante necesidad irracional, alzar las palmas de las manos con el único fin de sentirlo pulsando en el interior; ahí entre las costillas. Inamovible. Vibrante. Y es entonces cuando eleva el rostro para observar el firmamento plagado de fugaces estrellas, deslizándose algunas por la galaxia como navíos sin mayor rumbo que una corazonada. Sin entender por qué llega un momento de la noche en la que lágrimas ruedan en descenso por los pómulos, el nudo en la garganta le obliga a toser como si faltara el aire y piensa, reflexiona más para sí mismo que para el mundo rodeándole; anhela con cada fibra de su ser ver a su hermana de nuevo.
Kaori. Su Kaori.
Ella, por quién daría todo y más.
Ella, a la que olvidó en un rincón oscuro del corazón y en quién no pensó más.

Winter hace memoria mientras esos cristalitos a simple vista ligeros cual pluma le arden en los párpados y le pesan en el alma.
Es la brisa soplando con violencia la que le arranca de los recuerdos desgarrando su alma, porque a Kaori la ve entre manchas de sangre y un sueño destrozado, sí, pero también poderosa frente al piano mientras inyecta vida en sus venas a través de los acordes golpeándole con fuerza una vez arrastrados por el viento como las cenizas después de un incendio.

El muchacho eleva una de sus manos hacia la colorida inmensidad sobre su cabeza. Platas y negros. Azules y púrpuras. Plomizas nubes marchando hacia el este. Y una gota cae. Lo hace justo bajo uno de sus ojos, entrecerrados los párpados, apretando entre dientes los labios con tal rudeza que el blanco tiñéndose de carmín está a la vez tiemblan los frágiles pétalos una vez soltado el quebrado inferior porque Winter nota como si le aprietan el corazón dentro del pecho con una crueldad abrumadora. Y es ahí cuando llega ese segundo preciso en el tiempo en dónde se desmorona sin hacer nada por refrenar la avalancha de emociones sepultándole bajo la tormenta en su interior pues no sabe cómo volver a casa y si hay algo que tiene claro es la necesidad de abrazar otra vez a su hermana. Winter no lo soporta un minuto más, puesto es demasiado, incluso para alguien como él; por lo tanto, de rodillas inevitablemente cae sobre la hierba humedeciéndose por esas gotitas traviesas de agua. ━ Perdóname. ━ ¿puede ser la tristeza tan letal? ¿puede un alma agonizar de tal manera que la respiración falla, colapsando los pulmones y entregarse a la nada? Winter piensa con firmeza la respuesta es sí, tan sólo, él no consigue volver a morir. ━ Kaori. ━ áspero es el llamado, sufrido, atormentado.
Winter sabe erró de formas garrafales, se supo débil.

━ Kaori. ━ sollozada es la exclamación, exhalada a media voz. Las lágrimas le dificultan la visión porque se acumulan sin parangón. Y eso tal vez es lo que le ayuda a caer. Caer hasta no entender. Caer hasta reconocer.
Tal vez, tal sólo y tan simple, a volver.