Mikael Branford [Licántropo]

{♠} Edad:23
{♠} Ocupación:Mesero./Lobo rastreador.
{♠} Nacionalidad: Taiwanesa
{♠} Avatar: Aaron Yan
{♠} Raza: Licántropo
{♠} Habitante de: Mundo




Mika es un cachorro, vivió demasiado tiempo aislado de todo el mundo, por ello le es difícil relacionarse. Es muy pudoroso y el estar desnudo le resulta demasiado incómodo, aun cuando solo mustre el torso.

Es alguien muy leal, si te ganas su confianza es probable que te siga a donde vayas, si le despiertas algo que le haga dudar de ti, es mejor que tengas cuidado, pues nunca dudará en atacar y proteger a los suyos.

Mika suele ser demasiado sensible, hasta el más mínimo gesto lo hace reaccionar.


La personalidad de este licántropo es muy tranquila, piensa todo antes de actuar y sus instintos lo guian, más no lo dominan. Tiene muy arraigada su humanidad como persona, muchas cosas de el ser lobo no logra comprenderlas, pero siempre intenta dar lo mejor de él.

Es alguien perseverante y trata siempre de ser fiel a él mismo.







Mika nació humano, su madre era humana y su padre lobo. Nunca conoció a alguien igual a él, nunca nadie le dijo lo que era en verdad.

Su padre había hecho cosas malas, no era un mal hombre, lo hacía por su familia y ellos lo sabían ¿Por qué aquellos hombres pensaron que era malo? No lo era, no lo era, era un hombre bueno que les llevaba comida y los cuidaba. Sí, el padre de Mika era un buen hombre, el mejor de todos a los ojos del pequeño que no conocía su naturaleza. Pero los cazadores sabían, sabían que aquél amable hombre mataba, que no podía controlarse y una vez cada tanto salía a cazar, a alejar a todos de la pequeña cabaña en el bosque donde vivían para mantener a salvo a Mika y a su madre, los mantendría a salvo de él, de todos, de los cazadores.

El padre de Mika era un gran lobo negro de ojos amarillos como el ámbar, un lobo que había escapado de los cazadores después de haber sido usado para experimentar. Rompieron sus huesos, los ahuecaron y lo hicieron más ligero, más veloz, para hacerlo el lobo más veloz, lo torturaron y movieron su corazón y órganos tantas veces hasta que lograron que aquella velocidad se volviera algo genético, algo que se haría más fuerte a cada generación. Los cachorros de el gran lobo negro serían más rápidos, y los cachorros de los cachorros lo serían aún más veloces.

Lo hicieron aparearse con una loba y una humana, el cachorro de la loba murió al nacer, pero el de la humana, el de la humana se veía débil, pequeño, no serviría para los experimentos, se veía tan frágil que probablemente la primera jeringa que atravesara su cuerpo terminaría por matarlo. Una noche el padre de Mika enloqueció, lo hizo y mató a todos los cazadores de ese laboratorio para ser libre él, la humana, el cachorro y la loba. La loba no conocía la lealtad, no conocía nada de lo que se llevaba en la manada, así que se escapó corriendo tan rápido como pudo de aquél lobo negro. La humana se quedó, sus ojos azul pálido se habían perdido en los del lobo desde hacía mucho tiempo y ahora tenían un bebé, tenían a Mika.

La humana y el lobo escaparon a los bosques para vivir tranquilos, ocultaron la naturaleza de Mika hasta que cumplió 15 años, fue entonces cuando los cazadores los encontraron. La primera en morir fue su madre, no costó trabajo, ella era tan frágil como Mika, después su padre, quien se transformó frente a los ojos del chico. Mika nunca había visto algo igual, nunca había visto ese deseo de proteger algo como lo demostró su padre.

"Corre, Mika, Corre tan rápido como puedas. " Le dijo la voz de su padre en su mente.

El pequeño no tardó en obedecer y mientras corría podía escuchar los gruñidos y aullidos de su padre para que no lo siguieran. Incluso en su forma humana el pequeño cachorro era demasiado veloz, incluso más que los cazadores, llevaría una hora de seguir corriendo antes de escuchar un aullido desgarrador. Entonces lo supo. Estaba solo.

Los pies de Mika se volvieron aún mas ligeros para huir del dolor, ya no tenía padre, ni madre, estaba completamente solo. Los huesos del cachorro comenzaron a romperse mientras corría, pero no se detuvo, sus músculos se desgarraron, todo su cuerpo y su alma estaban sufriendo el mismo dolor. Mika corrió aún transformándose, cambió su forma humana a la de un lobo negro, pequeño y delgado de ojos celeste como los de su madre, sus quejidos podían escucharse por todo el bosque y el pequeño no sabía bien que había dolido más, perder su humanidad o a sus padres.

Mika corrió por un par de horas más antes de llegar a un claro, entonces vio una figura lupina del color del atardecer más fuerte y más grande que él, mucho más imponente que le gruñía de frente, el pequeño lobo temblaba de cansancio y de tristeza, se acercó a la loba sin miedo y frente a ella perdió la conciencia.

Tiempo después supo que esa loba era Alexa, el cachorro fue adoptado por su familia y criado junto con ellos. Mika no podía acostumbrarse, no era que le molestara ser lobo, simplementeEra demasiado humano todavía, el bosque no había formado parte de su vida como lo había hecho con los otros. Los entrenamientos eran duros, era el cachorro más pequeño y sólo Alexia se apiadaba de él, sólo ella la enseñaba a ser un lobo.

Mika solía transformarse en humano constantemente, cosa que desagradaba al Alfa, ya había recibido advertencias, pero era algo que no podía dejar de hacer, el día que el Alfa lo encontró, lo dejó de lado masacrando el frágil cuerpo humano de Mika, fue el mismo día que pudo sentir como Alexia lo dejaba, pero no estaba dispuesto a aceptar aquello, así que con sus huesos adoloridos y sus músculos desgarrados emprendió carrera siguiendo su aroma, ella seria la única persona a quien seguiría al fin del mundo.



{♠} Gustos: El sol y los atardeceres, la lluvia y el frío, las mañanas con neblina y la forma lupina de su hermana.
{♠} Disgustos: Las armas de fuego, los cazadores, las mentiras, estar desnudo y que lo miren fijamente.
{♠} Fobias: Ninguna que no pueda vencer.
{♠} Otros: Mika tiene una mutación genética que lo hace rápido, sus huesos son más ligeros y frágiles. A pesar de su nada imponente aspecto, es muy habilidoso, es un buen rastreador y siempre sigue a sus instintos cuando se trata de ello.