Victoire [Imaginario]

{♠} Edad: Aparenta 23
{♠} Ocupación: Agente Inmobiliario
{♠} Nacionalidad: Imaginariense
{♠} Avatar: Ariana Grande
{♠} Raza: Imaginario
{♠} Habitante de: Mundo






Victoire es una joven que aparenta ser arisca, tranquila, una mujer que no posee empatía y que no está interesada en socializar, fraternizar, con los demás. Empero, no lo es… o bueno, tal vez un poco, mas cuando llega a  conocer a alguien y a entrar en confianza suele ser una mujer bastante cariñosa, demostrativa y hasta un poco posesiva. Al comienzo no suele hablar mucho, tal vez lo justo y necesario, pero, eso no quiere decir que no le llegues a simpatizar; si llegas a caerle bien, de un día para el otro será capaz de demostrártelo (y quien sabe, tal vez desde el primer momento suceda esto). Es sincera, directa, no tiene miedo de decir lo que piensa y eso tal vez es uno de sus defectos (también puede ser nombrado una virtud) más grandes ya que hay veces que no suele medirse a si misma; y esto es lo que les hace pensar a muchos que no posee mucha empatía.
Victoire no es una mujer tonta, suele darse cuenta de las intenciones de quienes la rodean un noventa por ciento de las veces, ¿”intuición femenina”? Puede ser. Siempre le encuentra ese “algo” a las personas que ocasiona el que se sienta cómoda o no, que le entregue su confianza (así como su desconfianza).  ¿Consejos para socializar con ella? Se tu mismo, no intentes impresionarla siendo algo que no eres. El tiempo será el que dará la última respuesta.





Desde su creación se mantuvo casi todo el tiempo dentro del mundo imaginario, muy pocas personas, desde niños hasta adultos, conocían de su existencia y eso la volvía “una más del montón”. Si bien siempre que fue mencionada se encargó de crear muy bellos recuerdos, eso no bastaba para convertirla en el ser imaginario más popular, o relevante (como gusten llamarle),de ninguno de los tiempos. Por lo general si no se encontraba por los lagos del mundo imaginario, observando el reflejo de su persona, se hallaba despidiendo a aquellos seres que eran nombrados por los seres terrenales, deseándoles siempre lo mejor y que hicieran algo que a ella siempre le había encantado hacer; crear buenos momentos con los mundanos que los habían incondicionalmente invocado, hacerlos felices durante el tiempo que puedan estar con ellos.

Un día, siendo la fecha sumamente irrelevante, llegó a su oído la voz de una joven cuya melodía (en referencia a su registro de voz) le había sido un tanto peculiar, familiar mejor dicho. Dicha voz continuó resonando en la cabeza de Victoire, ¿cómo era posible que la llamaran de una manera tan inesperada, siendo ella una de las menos relevantes de aquel mundo? Y más raro aún, ¿por qué le resultaba tan familiar aquella voz?
La puerta que la llevaría a quien la mencionaba apareció a pocos metros de donde se encontraba Victoire, con poca credibilidad se tomó el atrevimiento de observarla ya que aún recordaba aquellas  extraños rumores sobre puertas que no te llevaban a ningún sitio. Por unos segundos se lo replanteó, empero, y dejando que una sonrisa sobre su rostro apareciera, se animó a correr hacia la puerta que, por sí sola se iba abriendo, para, tras cruzarla, asegurarse de llegar hacia el mundo, sea cual sea, le esperaba.

Cuando cruzó el umbral, se topó con un dormitorio que había sido bastante familiar, por alguna extraña razón sentía que anteriormente había estado allí antes. Esta teoría la confirmó cuando consiguió visualizar los dibujos que habían en las paredes, de ella junto a una niña de aproximadamente unos cinco años. Una sonrisa nostálgica y a su vez alegre sobre su rostro apareció; alguien, aunque sea una sola persona, la había recordado. – “¡Victoire!” – La recién mencionada se volteó para poder ver a la dama que la había llamado, era nada más y nada menos que la pequeña Ari, muchacha con quien había compartido hermosos recuerdos cuando era pequeña. No obstante, ahora era una joven adulta.

Luego de aquel reencuentro la felicidad por parte de ambas partes reinó, nuevos recuerdos habían creado, parecía como si hubiesen vuelto al pasado; Victoire se encontraba sumamente contenta y no solo por haberse reencontrado con la fémina sino porque ya no se sentía sola, olvidada. Empero, toda felicidad siempre llega a su fin, los “felices para siempre” solo ocurrían en los cuentos fantásticos y para niños. Una mañana, la joven,  y sin saber el por qué, no despertó. Su corazón había dejado de latir pese a que su cuerpo se encontrase en un perfecto estado. Victorie no entendía por qué dicha felicidad se le había arrebatado, tampoco por qué de tantas personas que conocía justo a ella se tenían que llevar.

Sin ánimos de asumir dicha pérdida decidió hacer algo que tanto los horrores como los imaginarios solían hacer cuando el ser humano dejaba de vivir; utilizar su cuerpo como contenedor para poder quedarse en el mundo que estuviesen. En este caso, además de para protegerla de que ningún horror utilizase su cuerpo con fines malignos, decidió utilizar su cuerpo para evitar el apartarse de Ari, para seguir unidas para toda “la vida”.




{♠} Gustos: Cantar, pasear, ver películas.
{♠} Disgustos: Cocinar, realizar tareas del hogar.
{♠} Fobias: El olvido. Teme el ser completamente olvidada.
{♠} Otros: ¿Quieres saber más? Búscala y tal vez llegue a brindarte dicha información.