Uriel - Ángel

{♠} Edad: 37 años
{♠} Ocupación: Potestad, guerrero.
{♠} Nacionalidad: Celestial.
{♠} Avatar: Jared Leto
{♠} Raza: Ángel
{♠} Habitante de: Cielo





Uriel es y siempre será la definición más fiel de soldado, sus sentimientos se mantienen controlados, pero no dejan de ser intensos, su fuerza recae en su fe y no teme a las ordenes de su creador, es más, las espera con ansias, ya que sabe que no existe criatura en el cielo, en la tierra o debajo de la tierra que sea capaz de cumplir los designios de Dios de la misma forma que él lo hace. Es el único entre los ángeles que no se refiere a Dios como padre, sino que sólo lo llama creador, con respeto, pero sin mayor sentimiento de fondo.

No le da mucha importancia a sus apreciaciones personales sobre lo que debe hacer, no juzga las decisiones de su superior simplemente las ejecuta, es por eso que su nombre suele asociarse con sangre y muerte, mas no le molesta en absoluto, incluso la luz necesita un foco, un punto completamente negro en una hoja blanca, no importa que sus semejantes lo consideren oscuro, ya que Uriel sabe que todo lo que hace es por un bien mayor, además nunca le ha interesado la opinión de los demás ángeles, sólo del escuadrón de guerreros de cielo, las potestades son su familia, sus amigos, los pilares en los que apoya cada una de sus verdades. Los perros del cielo, aquel es un título que lleva con honor, como si de un estandarte se tratara, no pide perdón por el horror que provoca en los demás ya que para eso fue creado, un guerrero sólo sabe de guerra.




Cuenta la historia que lo primero que Dios creó fue la luz y la oscuridad, pero la oscuridad fue dejada completamente de lado, Dios trabajó con la luz entregando diferentes identidades, más cuando su trabajo parecía completo notó que el equilibrio para ser absoluto debía estar presente en cada detalle, fue de esa forma que decidió que algunos de sus ángeles serían más que simplemente luz. Los perros del cielo, las potestades, eran una hueste de fuertes guerreros preparados simplemente para la batalla, eran seres inteligentes, pero más allá de eso eran seres obedientes, eran quienes llevaban a cabo las misiones que no podían ser entregadas a los demás por la brutalidad que significaban, entre todos esos ángeles había uno especial, uno que era tal vez el más asociado a la muerte y a la sangre, Uriel, el mensajero de Dios.

Por muchos siglos Uriel fue enviado sólo a dar aviso de las catástrofes que azotaban la tierra, fue por eso que quienes alguna vez escucharon sus mensajes comenzaron a asociarlo con lo que ocurría, por muchos años fue considerado un "dios de la muerte" entre los humanos, pero a medida que la raza humana crecía los ángeles los visitaban cada vez menos, Dios tomó la medida de comenzar a enviar solo ángeles guardianes, los perros del cielo se mantuvieron en silencio, no era una buena idea, de hecho, debía ser la peor idea que jamás habían oído, pero eran soldados entrenados en guardar sus opiniones muy dentro de sus mentes, mas no estaban ciegos, todos los perros veían como la raza humana decaía, la oscuridad estaba tomando control de sus vidas y los ángeles guardianes no eran suficientemente fuertes. Casiel, el más fuerte de los perros se mantenía en silencio, simplemente seguían entrenando haciéndose más fuertes para cuando llegara el momento adecuado, pero en la cúspide de la oscuridad humana dos ciudades resaltaron por la oscuridad de sus actos, Sódoma y Gomorra.

Dios convocó a los ángeles para tratar la situación, los guardianes seguían defendiendo la idea original, proteger al ser humano sin intervenir con el libre albedrío, pero aquello ya había probado ser insuficiente. Luego de una gran conversación Dios preguntó las opiniones de todos los presentes, los perros fieles a su naturaleza se mantuvieron en solemne silencio, pero Uriel ya no deseaba ser sólo un observador, con pesar rompió las filas de los soldados y avanzó hasta quedar frente al creador del cielo y la tierra, le entregó su opinión y los demás ángeles se horrorizaron, lo que la potestad proponía iba en contra de todo lo que los celestiales conocían.



Aquella sentencia de muerte había salido de los labios del ángel como si no sintiera tristeza por las vidas que se perderían, pero a decir verdad no sentía nada, los humanos no le producían nada. Dios en su sabiduría decidió que la descabellada idea de Uriel no era sólo adecuada, era necesaria, fue así como la potestad desató una lluvia de fuego sobre aquellas ciudades, porque cuando los humanos eran corrompidos por los demonios ya no había vuelta atrás y era mucho mejor sacrificar la vida de unos pocos para salvaguardar de de muchos, un pequeño sacrificio, eso era todo. Años más tarde Dios hizo que Uriel bajara a la tierra, específicamente a Egipto, llevaba solo una misión en mente, arrebatar la vida de los primogénitos de cada hogar, él era el único capaz de llevar a cabo aquellas tareas tan crueles, no era la potestad más fuerte, tampoco era la potestad más inteligente, simplemente era quien obedecía las ordenes sin pensar.

Cuando Dios dio la orden bajó a la tierra hasta nuevo aviso, el año era 2015. Ni siquiera intentó imaginarse como fue la experiencia de los demás ángeles, sólo recuerda la propia, ese sentimiento de estar cayendo a toda velocidad sin poder detenerse, la desesperación de no tener la menor idea de lo que está pasando y luego... luego una explosión, un mundo de sensaciones y nuevas percepciones, sabor, tacto, olfato, audición todo al mismo tiempo, el peso de la gravedad sobre aquel cuerpo, el aire tan fresco, la luz del sol que nunca se había visto tan brillante, aún sus miles de años de entrenamiento no habían preparado a Uriel para todas esas sensaciones, mucho menos para las emociones, acostumbrado a vivir en un universo sin empatía, acostumbrado a la crueldad y a las decisiones difíciles, más ahora podía sentir el dolor, no un dolor físico, sino ese dolor que aprieta la garganta con fuerza cuando vez morir a alguien que amas.




{♠} Gustos: Todo aquello que pueda sorprenderlo
{♠} Disgustos: La traición.
{♠} Fobias: Fallar en su misión.
{♠} Otros: ...