Jeliel | Ángel

{♠} Edad: 15 Años
{♠} Ocupación:
{♠} Nacionalidad: Groenlandesa
{♠} Avatar: Dakota Fanning
{♠} Raza: Ángel
{♠} Habitante de: Mundo




Ángel misericordioso, e inocente, que genera fertilidad a su alrededor, usualmente tiende a no mostrar su faceta de ángel, y mas aún cuando siente que la gente no estará preparada.

La inocencia tanto como ángel y como humana es lo que mas se siente, tanto que es capaz de traspasarla, De corazón puro y alma cristalina, Jeliel es igual que el agua cristalina, tanto así que quién la conoce, se da cuenta que algo no humano vive en ella.

Sigue todos los sacramentos al pie de la letra, tanto así, que es capaz de inculcarlo de manera no invasiva en su alrededor.




Mas tú, Jehová, no te alejes; Fortaleza mía, apresúrate a socorrerme

El padre todopoderoso hablaba con sus hijos más cercanos siempre que notaba un desequilibrio en su creación, y claramente esta era el momento que más desequilibrada estaba, ya que los portales que se habían creado eran demasiado desequilibrio, como para que un humano lo entendiese.

Sentado en su trono, nos miraba a nosotros, sus hijos más cercanos, los cuales nos hacía llamar serafines, algo lo cual no era de mi intromisión, pero si me causaba particularidad, que hasta en el reino de justicia que tenía el padre para nosotros, nos dividiera de esa forma.
Sentado ahí, de una forma muy humilde y déspota a la vez, con esa forma especial que en ningún adjetivo cabe, algo que es tan maravillosos, es una perfección, nos miró a nosotros y uno por uno pronunciaba nuestros nombres… de cierta forma estaba ansioso/a de que nombrara el mío, porque, por si no lo sabían, cuando el padre dice un nombre de alguno de sus hijos, bendiciones infinitas caerán sobre él, aunque… el cielo esté lleno de bendiciones.

Padre nos comentaba sobre el desequilibrio que se producía en ese momento gracias a los portales que se abrían entre los mundos y las dimensiones, también nos comentaba que los humanos caerían en euforia y desgracia si conocían toda la verdad, es por eso que retrasaría el tiempo y mandaría a algunos ángeles a tratar de impedir que esto sucediera. Luego de que todos los ángeles estuviesen listos, para ser enviados a la tierra, yo me dirigí hacia el padre de forma privada y le supliqué que me dejase ir con ellos…

“Jeliel, mi querido Jeliel, yo te enviaría, pero no quiero que te corrompas, menos si los recuerdos que habitan en el humano se mezclan con los tuyos, no estoy dispuesto a ese tipo de sufrimiento para ti”

En ese momento sentía como la calma de padre me hacía ver la razón, pero… al mismo tiempo se me ocurrió una idea, y tomando suavemente una nube, quise que padre mirara la vida de una familia, la cual había perdido a su bebé y solo dije:

“Padre, y si yo tomase su lugar ¿podría visitar tu creación?”

A lo cual padre aceptó con una sonrisa muy amorosa

“Astuto eres mi querido Jeliel, te concederé ese honor, conócela y cámbiala, con tu inocencia y tu amor”

En ese momento me transporté, a ese segundo, el exacto donde la aurora boreal iluminaba esa casa, cuando el feto recién fallecía, yo tomaba su lugar, entonces lo sentí… El dolor, la… humanidad.

A pesar de ser solo un feto comencé a sentir como cada célula de mi contenedor se formaba, sabía que no podría hablar de buenas a primeras y tendría que adaptarme a la creación, aunque, cuando ya me adaptaba a ese lugar acogedor, me tomó por sorpresa, lo peor que yo creía podía pasar en ese momento, el parto…

El dolor que se iniciaba en el celestial con cuerpo de bebé era inconmensurable, la piel ardía, la luz quemaba en sus ojos, algo que Jeliel no podía comprender, ya que simpre vivía en la luz, no entendía el porque ahora era algo que le doliese en su ser.

Al momento de que Jeliel nació, su familia se llenó de mucha alegría, y bueno, no es solo eso lo que trajo al mundo de los humanos, ya que, su aura traía fertilidad a todo lo que rodeaba. La granja de sus padres fecundó muchas frutas y vegetales, casi, como por arte de magia.

Durante toda su infancia Jeliel fue una niña muy querida por todos, y también el ángel de su casa, de su familia,de su entorno...

Todas las noches, Jeliel se comunicaba con el padre, le oraba y contaba todo lo que ocurría a su alrededor, Pero dentro de ella, sabía que algo no estaba del todo bien, sentía que no todos los humanos eran así. Entonces un día le pidió al padre que la enviara de alguna manera a Alemania, un país que le llamaba mucho la atención cuando estudiaba sus materias.

Dios, le concedió el deseo a su hijo de manera sutil, entonces le otorgaron una beca a Jeliel que le permitiese estudiar ahí, pero cuando llegó, no todo era como se lo esperaba.




{♠} Gustos:
- La Tierra
- El Amor
- Las Parejas
- La Amistas

{♠} Disgustos:
- El Dolor
- La Soledad
- Los Demonios

{♠} Fobias:
- Le tiene Fobia a no poder volver con el padre

{♠} Otros:

- Siente que su inocencia es lo que le hace falta al mundo
- Prefiere vestirse de blanco que otros colores
- Siempre lleva consigo un rosario de oro blanco