Atlas | Humano |

Psicología

Atlas es un joven muy tranquilo e introvertido, que a medida que va conociendo a las personas y estas se ganan su confianza, se vuelve un poco más expresivo. Desde pequeño fue muy educado y respetuoso, volviéndose al crecer, todo un caballero con las personas. Trata de buena forma a todo el mundo, porque todos merecemos un mínimo de respeto. Disfruta mucho de ayudar a los demás, aunque sea en algo mínimo como abrirle la puerta a alguien. Después de enterarse que tuvo un gemelo, se volvió muy protector con las personas y le nace el querer proteger a todo el mundo para no sentir que pudo haber hecho algo y no lo hizo. Tiene una gran vocación por la música, le gusta enseñarle a las personas a desarrollar sus capacidades, a tocar instrumentos y a cantar, haciendo gala de su infinita paciencia.
Lamentablemente Axis, su alter-ego, es todo lo contrario, es un vividor, detesta las responsabilidades, es grosero, oportunista y pervertido, aunque aún no se le conoce bien, es todo lo que se puede mencionar hasta el momento.

Historia

Atlas llevaba una vida normal, era hijo único y había crecido en una familia bien acomodada. Sus padres, ambos, eran médicos y trabajaban arduamente. A pesar de que el ambiente en el que se crio lo hacía propenso a ser un mal criado, eso no se dio, Atlas era un joven muy tranquilo y educado. Ayudaba siempre que podía a la mucama que tenían. En el colegio siempre destacó por sus calificaciones, pero más que nada por su madurez. El hecho de que sus padres se dedicaran a la medicina, siempre les hacía pensar a sus familiares, maestros y amigos, que él seguiría sus pasos y que sus padres también querían eso, pero no era así, sus padres lo incentivaron a descubrir su propio camino y desde siempre querían que se dedicara a algo que lo hiciera feliz.


Hasta que a eso de los 20 años, mientras guardaba una caja de historietas en el ático, pasó a chocar con una pila de cajas, haciendo que cayeran al suelo y desparramando su contenido, el cual eran mayormente fotos y papeles. Dejó la caja de mangas a un costado y comenzó a ordenar, aprovechando de ver algunas fotos de cuando era pequeño, viniéndole gratos momentos a la memoria, plasmándose en una gran sonrisa. Siguió ordenando y poniendo las cosas en su lugar, hasta que encontró tomó una fotografía un poco distinta a las demás, una ecografía. Pensó que era la ecografía de cuando aún no nacía, pero luego se percató de que eran dos los bebés en ella, quedando completamente confundido, porque no tenía ningunos primos que fueran gemelos, sólo sabía que su abuelo tenía uno. Volteó la imagen e identificó de inmediato la escritura de su madre en un perfecto hiragana.
“Mis pequeños Axis y Atlas” En ese momento Raijin dio un fuerte golpe en su taiko, haciendo caer una noticia en forma de rayo sobre Atlas. En ese momento de shock para él, no sólo se entera de que no era hijo único, sino que tuvo un gemelo, un hermano idéntico. Ni si quiera pudo reaccionar bien. Tomó la foto y esperó a que sus padres llegaran del hospital.


La consciencia de todas las partes. Muchas veces vemos un reloj, sabemos cómo funciona y cuáles son sus movimientos, pero cuando queremos ver la hora, no recordamos más que sólo las manecillas y los números, sólo lo visible a nuestros ojos, olvidando por completo que en su interior hay un complejo mecanismo de engranajes que permite el movimiento y funcionamiento correcto del aparato. Esa es la consciencia que debemos desarrollar, viendo el cuerpo como un todo y también como un conjunto de partes.

Una nube negra se había posado sobre su cabeza, obstruyendo la luz del sol que había iluminado toda su vida hasta ese entonces. En su mente surgían miles de preguntas que no podía responder ¿Qué había pasado con su hermano? ¿Lo habían dado en adopción? ¿Se lo habrá llevado alguna tía al extranjero? ¿Por qué sus padres no le habían dicho la verdad? Quería respuestas, todas las que necesitara para dejar de sentirse abrumado.

Fue una noche de tempestad para su familia, pero finalmente se enteró de la cruda realidad. Su hermano había muerto unas semanas antes del parto, se había asfixiado con el cordón umbilical. Eso lo hizo sentir muy culpable, pues sentía que él, siendo su hermano y estando dentro del mismo saco amniótico, debió de hacer algo para evitarlo. Sentía como si él hubiera sido el culpable. Ese hecho repercutió demasiado en su persona, haciendo que se sumergiera en una profunda depresión, dejando sus estudios de música en Tokyo.

Los años pasaron hasta que logró sobreponerse, sus padres lo habían enviado a estudiar a estados unidos para que se animara y tratada de olvidar todo, pero lo que él y sus padres no sabían, era que había desarrollado inconscientemente una patología, un alter-ego llamado Axis, quien representaba a su difunto hermano. Atlas desconocía su existencia, y Axis, por su lado, desconocía la existencia de Atlas, eran como dos personas independientes que no se conocían ni coincidían en algún punto, aunque ambos compartieran el mismo cuerpo. Son átomos de una misma molécula, los cuales nunca pueden tocar sus núcleos entre sí, pero si pueden interactuar mediante ondas electromagnéticas.

Un ser humano que no es tocado pierde la noción de su propio cuerpo, no puede articular bien, no sabe cómo funciona ni cuáles son sus posibilidades de movimiento, se queda rígido, sin entender que somos una estructura tensegraria, un conjunto de elásticos atados a palos de madera que no se tocan entre sí, que puede moverse, deformarse, pero aun así volverán a su forma delimitada y de reposo. Como lo que sucede con nuestro protagonista y antagonista, encerrados dentro del mismo cuerpo, pero sin coincidencias ni encuentros.

Su vida comenzó a cambiar nuevamente, aunque ya había superado su depresión. Ahora tenía varias lagunas mentales de algunas noches y días, apareciendo de pie o dormido en distintas situaciones, con un agudo dolor de cabeza y muy desconcertado. En varias de ellas se encontraba con señoritas en paños menores o hasta desnudas, de las cuales no se sabía ni su nombre, ni cómo habían llegado a algo así. Atlas era todo un caballero y esos eventos aislados lo hacían sentir muy avergonzado, pues respetaba mucho a las mujeres y no se atrevería a jugar con ninguna de ellas, o más bien, no se atrevía a jugar con los sentimientos de nadie. Ahora trataba de hacer memoria de las cosas que hacía y de los lugares a los que iba. Esperaba que esos episodios y lagunas mentales no influyeran en su carrera como músico.

Otros

{♠} Gustos: La música en general, el té y el café, las noches frías, los cactus, la naturaleza.

{♠} Disgustos: Las mentiras y engaños, los oportunistas e hipócritas.

{♠} Fobias: Perder la audición, no poder volver a tocar algún instrumento, perder a algún ser querido.

{♠} Otros: Sus padres le llamaron así por la primera vértebra cervical, la que sostiene la cabeza; y Axis es la segunda vértebra cervical.