Nathan Petters - Cazador

{♠} Edad: 20 años
{♠} Ocupación: Cazador (Exterminador)
{♠} Nacionalidad: ________
{♠} Avatar: Andy Biersack
{♠} Raza: Cazadores
{♠} Habitante de: Nunca Jamás.





La frialdad de sus palabras y sus actos sólo es el producto de años de entrenamiento intensivo en el que ha aprendido que no importa lo que sientes, importa lo que sabes, importa aquello que te impulsa a continuar y para él eso es su honor, el honor que fue investido en él en el momento que sus padres biológicos lo introdujeron al mundo de los cazadores, al amor de proteger a aquellos que no podían protegerse por si mismos. Desde siempre ha pensado que defender es mil veces mejor que atacar, que las batallas que o tienen una razón de ser simplemente no cuentan como batallas y que la fragilidad es algo hermoso que debe ser protegido a toda costa.

La única vez que baja la guardia y se relaja es cuando se encuentra con su hermanastra, Robbin, tal vez porque siempre ha estado consciente de que la personalidad de la menor choca mucho con la propia y lo que menos quiere es llegar a incomodarla, no luego de todo lo que les ha tocado vivir.



Incluso antes de prender lo que el dolor significaba, incluso antes de comprender como el mundo funcionaba ya se le había dado la tarea más peligrosa de todas "Proteger a los débiles a toda costa". Los padres de Nathan eran dos orgullosos cazadores dela corporación Flor de Lis, por lo mismo incluso antes de que las habilidades del chico despertaran ya estaba siendo entrenado por algunos de los mejores cazadores que Nunca Jamás hubiera visto, producto de ello el chico no se interesaba por las intereacciones fuera de ese circulo e incluso llegaba a ver a las amistades como potenciales aliados en batalla y por lo mismo nunca se involucraba completamente con esas amistades.

Era un chico simple en extremo y no necesitaba de mucho para ser feliz, tal vez porque jamás se había plateando la felicidad como una meta, realmente era algo que algunos conseguían y otros no, pero la tristeza, ella si que no discriminaba a nadie y eso lo aprendió muy bien una mañana, pocos días luego de cumplir 10 años. Uno de los cazadores que salía a misiones de rutinas con sus padres volvió a la base en donde él se encontraba y le comunicó que sus progenitores estaban muertos y acto seguido llevó al menor a identificar los cuerpos, pero antes de que Nathan pudiese si quiera ingresar una mujer lo abrazó, una cazadora que nunca antes había visto.

Ella lo llevó a su "nuevo hogar" mientras que su esposo se encargó de identificar los cuerpos para evitar que el niño tuviese que vivir con esa espeluznante imagen. Sin cuestionar nada aceptó su nueva realidad, la realidad que ahora incluía una hermana menor llamada Robbin. Sus nuevos cuidadores le inculcaron que debían ser cercanos, que debía protegerla y dejar que ella lo protegiera, es por eso que poco a poco comenzó a acercarse más a la menor hasta el punto de hacerse amigos, así fue como su hermanastra se convirtió en la primera amiga rea que Nathan había tenido, una persona a la que podía contarle lo que fuera. Nunca jamás se había convertido poco a poco en un lugar más seguro para los humanos, a punto que las razas más fuertes convivían sin problemas, pero nadie estaba preparado para que los antiguos débiles se alzaran como tiranos.

Los humanos habìa comenzado a aprovecharse de la libertad con la que contaban gracias a la protección de los cazadores y la corporación parecía no notar que había un error en el sistema que se estaba utilizando, fue por eso que los padrastros de Nathan decidieron abandonar esa causa y llevar de emblema el lema de su raza "Proteger a los que no pueden protegerse por si mismos".

Una noche sus padrastros salieron a cumplir con su misión dejándolo a cargo de la menor, pero Nathan cometió un error, por unos segundos la dejó sola para asegurar las puertas y ventanas de la casa, esos segundos fueron más que suficiente para que la menor saliera en busca de sus padres, Nathan la siguió, pero llegó tarde, ella había presenciado todo, la encontró en un brusco estado de shock y sólo pudo tomarla en brazos y llevarla a casa. Nuevamente la vida le había arrebatado a aquellos que iban a cuidarlo, pero esta vez le había dejado algo... una hermana.

Poco después de la muerte de sus protectores la edad adecuada para Nathan llegó, cumplió 15 años y sus habilidades comenzaron a despertar una a una, primero la fuerza, luego la velocidad y una a una las demás se fueron sumando, pero el entrenamiento que venía junto con el reclutamiento era algo que no podía aceptar, no si eso significaba dejar a su hermana sola, por lo mismo la corporación decidió reclutarlos a ambos, pero les otorgaban diferentes clases de entrenamientos. Era incómodo, Nathan sabía que sus padres y sus padrastros habían muerto por culpa de que esas personas no entendían la verdadera misión, pero eran un mal necesario, a menos hasta que fuera lo suficientemente fuerte como para salir de allí con Robbin, lo que él desconocía es que su hermana pensaba lo mismo, que su hermana ya no aguantaba estar allí.

Una tarde Nathan volvió a su habitación para encontrar una nota de Robbin, una nota que explicaba la razón de su partida, de inmediato arrugó la nota y la lanzó contra el suelo, un sentimiento que jamás antes había experimentado se apoderó de él y antes de que pudiese darse cuenta de lo que había su puño ya se había incrustado en la pared de concreto, sus nudillos destrozados, su piel dañada y la sangre escapando por pequeños hilos, no lograba entenderlo ¿Por qué? ¿Por qué se había ido sin él? Si eran todo lo que el otro tenía, si ya no les quedaba nada más, acaso todo lo que habían vivido juntos no significaba nada para ella. En seguida un pensamiento se cruzó en su mente "No es como si fueras su verdadero hermano" y sin más toda la luz que alguna vez se posó en el gracias a Robbin ahora se apagaba.

Tiempo después abandonó la corporación sin dar explicaciones, sin decir una sola palabra, ese lugar estaba lleno de dolor, promesas rotas y muerte, Nathan se alejaría tan rápido como pudiera y no miraría atrás, nunca jamás.



{♠} Gustos: Las sonrisas honestas, las batallas dignas, los entrenamientos.
{♠} Disgustos: Las promesas rotas, las mentiras, las falsas amistades.
{♠} Fobias: Teme al abandono, por lo mismo le cuesta dejar a alguien acercarse.
{♠} Otros: ...