Ragha | Licántropo

{♠} Edad: 22
{♠} Ocupación: Vagabundo
{♠} Nacionalidad: Groenlandesa
{♠} Avatar: Kim JiWon
{♠} Raza: Licántropo
{♠} Habitante de: Mundo





La mejor manera de describir a Ragha es como un joven algo tonto, la pura verdad, y es que tiende a entender las cosas de manera demasiado literal, y al haber crecido en una manada de lobos usando al mínimo su expresión humana, simplemente apenas y podía comprender los estándares de socialización de aquella especie de la que no se sentía del todo parte.  Le gusta andar con poca ropa ya que su temperatura corporal siempre fue muy elevada, a pesar de haber crecido en un sitio tan helado. No se complica las cosas y para él todo es blanco y negro, se mueve de manera sumamente instintiva. Esto no lo hace tonto, sino que no ve las cosas como las personas normales al haberse criado en un contexto completamente distinto.

Es como un niño pequeño, siempre apegado a su familia, por lo que la soledad nunca ha sido algo que le agrade, es sumamente juguetón y anda detrás de cualquier cosa que despierte su curiosidad. No se trata de un lobo que reaccione de manera agresiva ante casi nada, salvo cuando se trata de defender su territorio, familia o cuando se encuentra hambriento. Le gusta hacer amigos y no entiende la maldad del mundo o las malas intenciones, vive con la filosofía de amar lo que la madre naturaleza ha dejado en el mundo y para él todo tiene un significado que va más allá de solo vivir y morir.

Es por estas características que no puede permitir injusticias o matanzas sin sentido, es capaz de salvar vidas de desconocidos o poner su vida en peligro por gente que ni siquiera volverá a ver en toda su vida. Por esto es fácil pensar que es un suicida o un tonto, pero él solo hace lo que siente que debe de hacer.

Se trata de un joven sumamente afectivo y el contacto físico es su manera de demostrar que alguien le agrada.




Hace 22 años en una fecha que ni siquiera el propio Ragha recuerda, sucedió su nacimiento, era el menor de una camada de cuatro saludables cachorros de lobo, su padre se encontraba ahí, un Garou que viajaba por el mundo desde hacía casi una centena de años y que había terminado por enamorarse de una poderosa loba a la que en confesiones que solo ellos podrían entender, le había confesado que su nombre era Shatala. No recordaba más que ligeros matices de la situación, pero sabía con certeza que su padre lo había sostenido en brazos cuando de entre los cuatro pequeños solo él cambió su forma a la de un pequeño bebé humano. El cariño que sintió en esos momentos no lo olvidaría nunca y pese a que no volvió a ver a su padre nunca más, lo amaba como había sentido que él lo hacía también.

Creció como un lobo cualquiera, corriendo entre la nieve, escondiéndose entre los árboles, cazando bajo la tutela de sus mayores y aullando a la luna, aprendió a sobrevivir en aquellos tiempos terribles y nunca fue tratado de manera diferente, amaba a su manada.  Ragha estaba consciente de que era algo más que sus hermanos lobos, pero no por eso sentía ninguna clase de superioridad o desapego, sino todo lo contrario. Incluso a veces llegó a desear poder simplemente limitarse a ser uno más, pero había descubierto que su capacidad de transformarse era mucho más útil de lo que pensaba.

Hubo una ocasión en que tuvo una riña con uno de sus hermanos, salió perdiendo y mal herido, por lo que enojado escapó hacia el bosque, tendría apenas un año como lobo, enfadado y deseo irse lejos, muy lejos donde su hermano no pudiese volver a robarle comida o herirlo. Y entonces sucedió, un dolor imposible de describir hizo que mientras trotaba sus patas recibieran una punzada, cayó a la nieve, revolcándose en chillidos, gruñidos y aullidos, sus huesos tronaban como si fuesen ramas quebrándose, el pelaje profundo que lo cubría se rasgaba y abría. Algunos animales curiosos se acercaron a ver que estaba sucediendo, lo que pensaron era que quizá había sido envenenado por uno de los hombres asesinos... Cuando todo terminó, el cuerpo inconsciente por el dolor experimentado de Ragha fue lo único que quedó sobre la nieve.

Abrió los ojos y los aromas que lo invadieron eran desconocidos, estaba en una superficie blanda y cálida, dentro de una especie de refugio de madera, cubierto por gruesos cobertores. Sacudió la cabeza y se sentó, notando que su cuerpo había cambiado. Una chica entró en su habitación, parecía una humana joven y su primera reacción fue el susto, dando un brinco sobre la cama. La chica se presentó y le explicó que lo había encontrado en el bosque, temía que muriera congelado y llamó a su padre quien la ayudó a salvarlo. Ragha no sabía como, pero podía entenderla a la perfección, y cuando habló, de su boca no salieron gruñidos ni aullidos... sino una voz que jamás había escuchado provenir de su interior.

Luego de aquello, se volvieron buenos amigos, y Ragha iba a visitarla de vez en cuando. Cada transformación seguía siendo dolorosa, pero con la costumbre, se volvió soportable. La chica se llamaba Marina y ella, vivía en una aldea a las faldas del bosque. Ragha le contó lo que era, y aunque ella no le creyó al principio, finalmente terminó por enseñarle, él no entedió por que la chica insistió tanto en guardar el secreto.  Él era así de tonto en esos momentos. Pasó que cuando los aldeanos vieron a un lobo salir corriendo del jardín de Marina, las preguntas se hicieron constantes y la siguiente vez que volvió, un disparo fue lo que lo recibió. Ragha no comprendía, frente a él, bordeando el jardín trasero, había una multitud de hombres con escopetas y antorchas apuntando hacia él. Asustado, corrió hacia el bosque, hacia los suyos. Los hombres lo persiguieron, y él pensó en que quizá, si lo veían como uno igual a ellos, no lo atacarían más, que podría explicarles, que podría evitar todo aquello, debía ser un mal entendido. Ragha se transformó, y ante el ruido sus hermanos se acercaron, los tres lo reconocieron al instante y los lobos se acercaron, olfateando el miedo y el peligro. Los disparos aparecieron de la nada, y los lobos no se fueron, porque Ragha les insistió que dejaran explicar... pero no hubo mucha explicación, cuando un disparó dio directamente contra la cabeza del mayor de los hermanos, haciéndolo caer muerto a los pies de Ragha... ¿Qué había sucedido? Cargó a su hermano entre sus brazos, y trató de correr, pero más disparos sucedieron y escuchó caer a uno más.... el único que quedó vivo se alejó a las profundidades del bosque. Dos disparos en sus piernas lo hicieron caer, arrojando el cadaver de su hermano mayor a la nieve.

Cuando todos los hombres atraparon a Ragha, el lloraba por la visión de sus hermanos muertos en aquel frío paisaje.- No me resistiré... por favor, no disparen más... no le hagan más daño a mi familia, por favor... por favor...

Suplicó y así es como se dejó llevar por las personas quienes lo ataron a un poste de madera en el centro de la ciudad. ¿Qué clase de monstruo era? ¿Era peligroso? ¿Era el responsable de las muertes que habían sucedido? Los escuchaba murmurar. Estuvo 10 días atado, sin comida, ni agua, su cuerpo resistía sin problemas pese a no llevar prenda alguna... odiaba eso, bien podría dejarse morir en esos instantes, todo había sido su culpa y no había hecho nada, por ser tonto, por confiar en que podría arreglarlo.

En la madrugada del día once, Marina finalmente apareció, deshizo las cuerdas que lo habían retenido y le entregó ropa, agua y comida, le lloró por disculpas y suplicó que no pensara que todos eran así, que la gente solo estaba asustada porque no comprendían nada... Ragha se lo prometió.

Marina lo guió hacia un amigo suyo que manejaba el ferry que llevaba a los pasajeros fuera de la enorme isla, debía irse o lo buscarían, y así es como partió, confundido de por qué tenía que huír si no había hecho nada malo, pero sabía que con su familia no podía volver, ¿Y si por su culpa volvían a morir?... Esa noche, Ragha lloró escondido entre las cajas de carga. ¿A dónde lo llevaría aquel barco? ¿Cómo era le mundo fuera de la isla nevada?...




{♠} Gustos: Correr, comer, probar toda clase de alimentos, los juegos de feria, ver la tv, que lo mimen y consientan
{♠} Disgustos: Las injusticias, el abuso
{♠} Fobias: Los sonidos fuertes, disparos o semejantes lo aterran