Furfur || Demonio

{♠} Edad: Aparenta 17 años
{♠} Ocupación: Vividora (?)
{♠} Nacionalidad: Infernal
{♠} Avatar: kim Na Hee
{♠} Raza: Demonio
{♠} Habitante de: Mundo




¿Control? ¿Respeto? ¿Qué es eso? Esta demonio no tiene idea de qué sea toda esa palabrería, sus impulsos la dominan y dominan a quienes la rodean, es sumamente temperamental y juguetona ¿Puedes ofrecerle algo divertido? Felicidades, tienes toda su atención. ¿Piensas reprenderla? ¿Prohibirle algo? Prepárate, ella no acepta comentarios ni sugerencias de parte de nadie, no cree necesitarlos y si lo hace,  nunca lo dejará saber.

El orgullo es su segundo talón de alquiles, el primero siempre será el ego y su narcisismo.






Furfur había vivido ya muchas vidas, había cambiado de contenedor mjchas veces, pero siempre recordaría a Cotton y la llevaría consigo en pequeños rasgos adoptados de ella.

Cotton había sido su primer contenedor, la niña a la que salvó del mundo para abrazarla y hacerla desaparecer. La joven permaneció de su propiedad hasta que le fue arrevatada. Obligada a cambiar de cuerpo, Furfur vagó por el mundo buscando un nuevo contenedor, uno que le despertara tanto sentir como lo había hecho Cotton, que la obsesionara tanto como había hecho ella.

Una pequeña luz, algo demasiado puro se asomó en la vista de la infernal, una joven que no había sido corrompida por el mal del mundo, un pequeño ángel disfrazado de humano, de una joven dr cabellos oscuros y piel blanca. Furfur la vio como si fuera una luz, algo demasiado bello que daban ganas de corromperlo hasta el núcleo.

"Tan dulce, tan bella. " Canturreaba la demonio entre los sueños de la joven.

No tenía nada a su favor, la niña lo tenía todo y era feliz, no podía ofrecerle nada que ella pudiese desear y eso la frustraba, por ello recurrió a hablarle entre sueños, a llenarla con su voz hasta poder llegar a ella.

"Déjame entrar en ti, déjame poseerte. " Le susurraba cada noche.

La demonio tardó demasiado tiempo alimentándose de la luz de la joven, aislandola, hablándole al oído para que poco a poco cayera en sus manos.

Fue en un sueño cuando la dulce niña cedió, no tuvo miedo de ver a Furfur en su forma verdadera ni temió a su poder, en aquél sueño se acercó a ella y acarició sus alas con una sonrisa para dejarse caer por completo en ella.

La infernal tomó el pequeño cuerpo de la chica como suyo, salió de la casa con todo el dinero que podía para poder vivir esa nueva oportunidad en un ser que se había entregado a ella sin dudar. Escapó y dejó toda la vida de Kim atrás para seguir siendo Furfur.









{♠} Gustos: El Café, El Alcohol, Los Cigarrillos, Los Libros, La Música, Las Peleas.
{♠} Disgustos: Los Ángeles, Ser Reprendida, Las Mentiras.
{♠} Fobias: Siente Pavor a Los Gatos.
{♠} Otros: Aún usa el nombre de su antiguo contenedor. (Cotton. )