[Privado con Dragomir] "The wishing well."

La compresión sobre el interés de muchos oscuros sobre el asunto de los misteriosos portales finalmente hacia presencia para cierto demonio de la envidia. Es particular día entre ciertos “extraños” sucesos a las afueras de un pequeño pueblo abandonado en el tiempo la oscuridad comenzaba a reunirse en un solo punto en el aire generando pesadez para toda aquella criatura mortal habitan del mundo terrenal, la oscuridad que en constante movimiento sobre el mismo punto comenzaba a  esparciese desde el centro mientras el sonido crujiente del agrietamiento del espacio se hacía presente, un nuevo portal nacía siendo la primera apariencia que surgía de este una silueta alta oculta por una fina capucha color azabache y una máscara azul-verdosa con rasgos serpentinos que ocultaba aquel rostro.


El cielo nocturno finalmente comenzaba a ser iluminado a la distancia por el sol, tomarse el tiempo para poder contemplar el lugar tan hermoso en naturaleza en compañía del amanecer sin duda podría ser el disfrute, pero en el caso del ser encapuchado que fuertemente exuda una presencia oscura lastimando aquella vegetación a su alrededor la cual perdía la vida marchitándose en segundo. Aquella mascara cuyo rostro escondía no poseía orificios que le permitieran una clara visión, pero la visión no era necesario ya que una percepción superior a la compresión de los mortales le permitía percibir dos interesante cosas, la primera resultaba el hecho de que el misterioso portal lo había regresado al “mundo” dejándolo en la cercanía de un pueblo deshabitado, deduciendo por el hecho que no existía presencia con vidas mas allá de una que otras alimañas, lo segundo resultaba ser lo más interesante, una  inusual energía, diferente a lo que en su memoria pueda recordar, a la distancia ya a las afueras del pueblo, un pequeño pozo, ese era su objetivo a investigar y sin nada que decir al aire sus pies comenzaron a andar el camino hasta su próximo destino.

La quimera se sentía extraña, existían un montón de Demonios muy juguetones, pero ninguno se acercaba a él, o por lo menos, no se había topado con ninguno. La soledad característica que acompañaba a Dragomir no era cuestionable de ninguna manera, por lo cual, decidió esperar sentado cerca de un portal, solo para ver si algo extraño sucedía, y que clase de criatura salía de este.

Sentado en un pozo, esperaba paciente a que algo se manifestara, pero nada, pasaban días y días, hasta que una noche, el portal se llenaba de energías negativas, como si algo muy grande se presentara. Dragomir observaba muy atento, ya que lo único que deseaba era conocer a un demonio, aunque, quizás solo fuese la manifestación de su concentración de malas energías, pero para la sorpresa de la quimera, no lo era. Esta vez si existía un ente que cruzaba el portal, un ente enmascarado, algo que molestaba un poco a marchito de Dragomir, ya que ni siquiera era capaz de mostrar su grandeza como hijo de la oscuridad, entonces solo se le ocurrió una forma de llamar la atención.

La quimera invocó una esfera de Anti Magia, justo en el radio de ambos entes, como psi delimitando su espacio personal se trataba, esta esfera consumía todas las energías vivientes a su alrededor, volviendo el entorno algo mustio, decolorado y para que decirlo de sobra… muerto. Dragomir solo movió sus labios para dar la bienvenida a su invitado, con solo una palabra:

- Hell-o

Habilidad empleada: