In Nomine Patris || [Privado FurFur]

La tempestad caía en Los Angeles, como un recuerdo que no todo era benevolencia, pero esta vez se escuchaba distinto, no eran solo truenos y relámpagos, sino que algo mas existía en esos sonidos. Zadkiel podía deducir que algo no se encontraba en su total armonía, los truenos no se escuchaban como un llamado, sino como un desafío, una incitación, pero… ¿a quién? ¿quién sería tan importante como para que el mismísimo padre mandara esos mensajes?

- No creo que esto sea solo un juego del cielo, menos una advertencia

Corrió hacia la iglesia mas cercana, solo para poder refugiarse dentro de algo que estuviese protegido por la gracia divina, Zadkiel era consciente de que ella ya no poseía ese poder, o por lo menos la protección del altísimo, como lo hacía antes. La caída no podía soportar sentirse impune, así que solo optó por tomar un poco de agua bendita en una pequeña botella, y salió a dar una vuelta, mas bien, quería ayudar, desde donde podía al menos.

- No se qué es lo que estoy haciendo, no debería mover mis piezas en torno a los celestiales, pero… no porque no lo sineta, sino porque ellos me desterraron

Zadkiel no conocía lo que era andar solitaria en la vida, siempre estaba acompañada de sus hermanos arcángeles, a los cuales, quizás nunca pudo ver, pero eso no significaba que no estuviesen ahí. La caída se tomó un tiempo para intentar recordar lo que se sentía tener esa percepción en el pecho, así, que cerró los ojos y trató de conectarse con su alrededor, pero algo había, una presencia maligna no la dejaba concentrarse.

- Esto no puede ser, aquí el tablero se inclina hacia algún lado y esto no me gusta…

Entonces gritando con toda su voz interna dijo:

- Aparece hijo del mal, encarnación de la muerte y oscuridad, muéstrate, en el nombre del padre…

Las sombras para la infernal eran una exención de su propio ser, en aquél lugar, la tormenta y la oscuridad del cielo la hacían sentir abrazada por el infierno que la había visto nacer. Sus pies descalzos podían sentir el retumbar de la tierra debajo de ellos, mientras el vestido blanco que llevaba puesto se ceñia a su cuerpo por el agua helada que traía consigo la tempestad.

Su ligero caminar la llevó en pequeñas danzas cerca de una iglesia donde escuchó los gritos de una criatura cuya aura se sentía molesta, una sensación conocida, pero más leve, menos fuerte... ¿Podría ser? Agudizó sus sentidos y se puso atenta ante los gritos femeninos, terminando por romper a carcajadas. —¡Sigue, sigue! No te detengas, en el diccionario hay muchas formas en las que puedes llamarme y, si no te bastan, siempre me las pueden gritar en otro idioma. — Le respondió mientras se acercaba.

¿Qué era? Por los infiernos que se sentía como un ángel pero su aura, comparada con la de otros que había encontrado, se sentía disminuida. —¿Qué  pasa? No te sientes tan Divino como los otros hijos del cielo, preciosa. — Le sonrió con malicia. Furfur miró a la chica bajo la lluvia, la miró con buenos ojos, pues el buen humor que le había llegado con el clima, sólo la hacían ver frente a ella algo con lo que entretenerse.

Aficionada de las batallas y amante de la guerra y lo que traía con ella, alzó una mano simulando una pistola que apuntaba a la chica. —¡Bang! — Gritó para desatar en línea recta una columna de fuego para dañar a la contraria, fuego del infierno que no se veía afectado por el clima, pues llegaba del mismo abismo para obedecer a la menor.


PV:32/35
PH:30/30
Ronda: 1

Ataque:

El miembro 'Furfur' ha efectuado la acción siguiente: Golpe

---

'Ataque' :

No es de extrañar que después de la provocación que Zadkiel había propinado al viento, el ser maligno se diera a conocer, y como era de esperarse de un ser oscuro, este salió propinando frases sarcásticas y quizás una que otra broma que le diera una sonrisa.

- Así que ahí estás

Pensó Zadkiel, mientras hablaba esa mujer que estaba frente a ella, lo poco y nada que podía escuchar era como se burlaba de la divinidad que podía sentir en ella, y claramente era de esperarse, pero… ¿Acaso los demonios no recibían con los brazos abiertos a los caídos?, hasta donde Zadkiel conocía siendo un arcángel, esa era la realidad, ya que era una forma de acoger a las criaturas “inservibles” para el padre.
Lejos de estar confundida, notó como la mujer posicionaba sus manos en forma de pistola, y al realizar la onomatopeya del disparo, su cuerpo comenzó a arder como si de una hoguera se tratase. Zadkiel, muy rápidamente sacó su botella de agua bendita, y rociando tan solo un poco sobre su cuerpo (un poco menos que un cuarto), extinguió las llamas y curó las heridas más profundas, pero solo las curó, el dolor no se extinguía, casi como si las llamas hubiesen tocado su alma.

- Vas a obtener lo que te mereces, inmunda criatura de las sombras.

Gritó mientras observaba su entorno, dándose cuenta de que existían gárgolas en las paredes de la iglesia, y entonces, esperó a que ocurriera un relámpago, y aprovechó el segundo de oscuridad para teletransportarse a la gárgola que se encontraba mas cercana a la demonio, y tomando un extracto de roca, la lanzó con todas sus fuerzas, con el ímpetu de poder golpearla lo mas fuerte posible.

Neutro:

Ataque:

PV:26/30
PH:10/10
Ronda: 1

El miembro 'Zadkiel' ha efectuado la acción siguiente: Golpe

---

'Ataque' :